Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro
200 El SARS -CoV-2 es un virus caracterizado como ARN monocatenario, de sentido positivo y que posee envoltura. Pertenece a la familia Coronaviridae, género Be- tacoronavirus, subgénero Sarvecovirus. Es de tipo zoonótico, pues puede ser transmitido a humanos desde un re- servorio animal silvestre o desde un animal intermediario. Para el SARS -CoV-2 se ha propuesto a murciélagos como reservorios e intermediarios podrían ser serpientes, pangolines o civetas. La pandemia del Covid-19 ha representado un importante desafío para la resiliencia mundial y ha impulsado a la comunidad internacional a revisar su respuesta global y a evaluar la mejor manera de incor- porar las dolorosas lecciones aprendidas para un futuro más sostenible y salu- dable. Tanto la OMS , la OIE , como otras agencias internacionales han observado la situación de la última pandemia a través del concepto“Una Sola Salud”, re- conociendo que la salud de las personas, la sanidad animal y el medio ambiente están interconectados y son interdependientes. La pandemia del Covid-19 de- mostró esta interconectividad, ya que en el ámbito de la salud internacional se acepta como probable que el virus del SARS -Cov-2 tenga un origen animal. La OIE movilizó a sus socios para establecer cuáles eran las vulnerabilidades críti- cas de la resiliencia en materia de“Una Sola Salud”a través de distintas formas diagnósticas, incluyendo evaluaciones, encuestas y cuestionarios aplicados a todos sus miembros como parte del PVS . Durante la evolución de la pandemia del Covid-19 estas últimas actividades ayudaron a construir estrategias de resi- liencia en materia de“Una Sola Salud”, tanto a nivel mundial como para cada uno de sus miembros. La 88ª Sesión General de la OIE , en su respuesta a la pandemia del Co- vid-19, estableció tres vulnerabilidades críticas para incrementar la resiliencia. La primera de ellas consiste en la falta de atención a la gestión sanitaria de la fauna silvestre y su integración inadecuada en las estrategias de sanidad animal y de“Una Sola Salud”a todos los niveles. Esto afecta la capacidad de un país a la hora de gestionar las amenazas que representan las enfermedades emergentes y proteger la biodiversidad. La segunda vulnerabilidad es la falta de capacidad global para gestionar las emergencias sanitarias, incluidas las deficiencias en la capacidad de los países cuando se trata de poner en marcha planes de ges- tión de emergencias (lo que conduce a una falta de preparación). Por último, la tercera es la debilidad crónica y sistémica de la sostenibilidad de servicios de laboratorios de diagnóstico. De forma transversal, la resiliencia en el campo de “Una Sola Salud”se debilita aún más debido a las deficiencias en la capacidad de los ServiciosVeterinarios para acceder a recursos y aplicar un enfoque multi- sectorial. La imprevisibilidad de la aparición de nuevos patógenos significa que la primera línea de defensa debe ser una vigilancia efectiva. La pandemia del Covid-19 no es la primera ni será la última. Después de la enfermedad X, podrán llegar laY y la Z. Por lo tanto, debiéramos desarrollar la política de“Una Sola Salud”para prevenir y controlar nuevas enfermedades,
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