Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro

173 un potente relato con contenido argumentativo basado en la epidemiología, en la evidencia causal y en las estrategias efectivas, para realizar un cabildeo bien fundamentado. Es necesario un amplio mapeo de actores que permita vislum- brar el ambiente a favor y en contra de las potenciales políticas y estrategias necesarias de implementar. Esta mirada debe ser de amplitud global. Muchas empresas que se oponen a los cambios son internacionales y ejercen presión a través de sus asociaciones mundiales, de la Organización Mundial de Comercio ( OMC ) y de los ministerios de Relaciones Exteriores y a un alto nivel político. Una forma de organización efectiva debe incluir un plan de acción que incluya mecanismos para fomentar y coordinar la participación social y tenien- do en consideración que la salud poblacional es el objetivo primordial. Las per- sonas y comunidades deben beneficiarse equitativamente de las intervenciones planteadas, lo que puede obligar a tomar medidas que privilegien a grupos en situación de vulnerabilidad o más desfavorecidos. Un buen plan de acción también debería ser intersectorial con indica- dores y metas para los distintos sectores, observando no solo la reducción de la mortalidad, morbilidad y la exposición a factores de riesgo, sino que también el aumento de la exposición a factores protectores, promoviendo el bienestar y reduciendo las inequidades. Las intervenciones, ya sean estructurales o individuales, deben estar ba- sadas en evidencia para evitar la inversión de tiempo y dinero que desde el diseño ya sabemos serán un fracaso. Por ejemplo, grandes campañas comuni- cacionales que promueven los estilos de vida saludables, en tanto los entornos alimentarios y comunitarios no facilitan, e incluso constituyen una barrera, para tomar las opciones promovidas. Este tipo de acciones deberían ser complemen- tarias y simultáneas. La Organización Mundial de la Salud propone 4 líneas estratégicas que se resumen a continuación ( OPS & OMS , 2013): 1 Fortalecer y promover las alianzas multisectoriales con todos los actores pertinentes e incluir en sus agendas económicas, académicas y de desarrollo la relevancia del tema. 2 Reducir la prevalencia de los principales factores de riesgo de las ENT y fortalecer los factores protectores, empleando estrategias basadas en la evidencia e instrumentos de política, tales como la regulación y la vigilancia, y abordar los determinantes so- ciales, económicos y ambientales de la salud. 3 Mejorar la cobertura, el acceso y la calidad de la atención de las ENT, con énfasis en la atención primaria de la salud incluyendo medidas de prevención y autocuidado. 4 Fortalecer la capacidad de los países para la vigilancia y la investigación sobre las ENT y utilizar los resultados como sustento para la elaboración y ejecución de polí- ticas, programas y estrategias. Por su parte, la Alianza contra las ENT propone 4 pilares estratégicos ( NCD Alliance, 2016):

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