Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro
157 El concepto vigilancia epidemiológica se vincula especialmente al estu- dio de enfermedades transmisibles, término que también se empezó a utilizar con la epidemia de VIH que se inició en la década de los ochenta. En 1989, la Organización Mundial de la Salud elaboró los primeros estándares para la vigi- lancia de la infección por VIH . En sus primeros años, los sistemas de monitoreo se limitaban principalmente a la notificación de casos de VIH / SIDA (vigilancia de primera generación / vigilancia pasiva). Con este tipo de vigilancia, la infor- mación de otras fuentes no estaban disponibles, los grupos más vulnerables o expuestos no podían ser identificados, ni tampoco podían ser explicados los cambios en las tendencias de la epidemia. Así surge la vigilancia del VIH de segunda generación ( VSG /vigilancia activa), que permite analizar los diferentes factores que inciden en el comportamiento de la epidemia, los aspectos socia- les, económicos y culturales de la transmisión del VIH y otras ITS . El principal objetivo de la VSG es monitorear la epidemia y las tendencias de comporta- miento de alto riesgo, con el fin de proporcionar información vital para diseñar programas de prevención y evaluar su impacto (Grupo de Trabajo Onusida/ OMS para la vigilancia mundial del VIH / SIDA e ITS , 2005; Onusida- OMS , 2005; Organización Panamericana de la Salud, 2009). En general, la VSG del VIH / ITS se basa en la realización de vigilancia biológica (vigilancia serológica centinela de poblaciones vulnerables, exámenes de rutina en donantes de sangre, etc.); vigilancia del comportamiento (estudios transversales repetidos de la población general y subgrupos específicos de la población), y otras fuentes de información (vigilancia de casos de VIH / SIDA , registros de defunciones, etc.). Diferentes autores han discutido el futuro y los desafíos de la vigilancia en salud pública. Los temas principales incluyen mejorar la vigilancia hacia un sistema más integral para recolectar datos sobre factores de riesgo, estrategias de intervención y prevención, buscando nuevas soluciones que incluyan inda- gar en las interacciones entre factores biológicos, sociales, psicológicos y am- bientales; desarrollar sistemas de recolección de datos a gran escala, basados en la población y a favor del sistema de vigilancia universal y activa, así como múltiples metodologías y procesos sistemáticos de selección de indicadores; vincular el sistema de vigilancia con un sistema de análisis de datos eficiente que pueda producir señales de alerta temprana para las tendencias de salud y factores de riesgo; proporcionar mecanismos directos y efectivos para proveer información en el proceso de toma de decisiones de salud pública; desarrollar mejores formas de difundir la información incluyendo la comunicación de ries- gos, y lograr la salud para todos, independientemente de la edad, la raza o el nivel socioeconómico, incluida la oportunidad de contribuir en el proceso de toma de decisiones (Choi, 1998, 2012; Choi & Pak, 2001; Hall et al., s. f.). Así, la evidencia muestra que la vigilancia en salud pública convencional se basa principalmente en la notificación de casos de enfermedad a través de los circuitos de atención de salud de los países, lo que permite generar estadísticas
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