Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro
100 Reflexiones finales y desafíos para un planeta ambientalmente sano y sustentable La globalización ha marcado el comienzo de una era de contrastes, de cambios acelerados y problemas persistentes. Ha estimulado un grado creciente de in- terdependencia entre economías y sociedades a través de flujos transfronteri- zos de información, ideas, tecnologías, bienes, servicios, capital y personas. No obstante, esto desafía la capacidad de los gobiernos para regular y controlar los mercados y las actividades económicas. El rápido ritmo de la dimensión econó- mica ha significado mercados y economías mundiales interconectadas, lo que requiere de una sincronización de las políticas nacionales en una serie de aspec- tos, siendo el medio ambiente un aspecto crucial a considerar, incluyendo todos los recursos y elementos de la naturaleza involucrados, hasta la posibilidad de que la contaminación transfronteriza se propague por la Tierra, el agua y el aire. Sin una gobernanza eficaz a escala internacional, la globalización puede intensificar los daños ambientales, especialmente donde las estructuras regu- ladoras nacionales son inadecuadas. Las presiones competitivas amenazan con sobrepasar las capacidades reguladoras de los gobiernos nacionales y, por lo tanto, necesitan la coordinación intergubernamental de las políticas nacionales en favor del medio ambiente. La acción de las instituciones reguladoras en res- puesta a los desafíos ambientales globales, generalmente, ha estado por debajo de las necesidades y expectativas públicas como resultado de la debilidad pro- fundamente arraigada de la arquitectura institucional existente. La naturaleza integrada e interdependiente de los desafíos ambientales contrasta marcada- mente con la naturaleza de las instituciones en que los ciudadanos confían para encontrar soluciones. Estas instituciones tienden a estar fragmentadas y mal coordinadas, con mandatos limitados (y ocasionalmente con conflictos de interés), y con procesos de toma de decisiones impenetrables. De todas maneras, las instituciones nacionales encargadas de la protección del medio ambiente tienen importantes funciones que desempeñar, tanto a nivel nacional como mundial de gobernanza. Los gobiernos nacionales siguen siendo los principales actores encargados de los poderes reguladores y de ejecución para resolver los problemas ambientales. Entre sus responsabilidades se encuentran funciones como el establecimiento de normas, la formulación de políticas, la vigi- lancia de su cumplimiento y su evaluación. Cuando los problemas son de carácter global, los gobiernos nacionales vuelven a ser actores clave, participando en el intercambio de información en el proceso de llegar a un acuerdo sobre los pro- blemas globales que deben abordarse, las políticas necesarias para su resolución y acciones que deben emprenderse a nivel nacional. Por lo cual, es necesario que desempeñen una serie de funciones en los diferentes niveles de gobernanza. Los principios fundamentales de una buena gobernanza, como la parti- cipación, la transparencia y la rendición de cuentas, todavía están en discusión
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