Salud Global. Los riesgos para Chile y América Latina
SOLIMANO & RAMIREZ 140 tratado de París, pero no ha podido establecer políticas internas efectivas para combatir la deforestación y manejo de residuos de industrias extranjeras que llegaron al país como parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA). Desde mi punto de vista, el reto principal no está en seguir produciendo evidencia científica que respalde la “teoría” del calentamiento global, tampoco el buscar personas, organizaciones ni corporaciones comprometidas con la causa. Creo que algunos de los mayores retos de la salud global en este tema son tres. El primero, desde la diplomacia, es coordinar los recursos existentes (evidencia científica, stakeholders, drivers) para trabajar en red de la manera para eficaz posible, con objetivos en común. Un segundo reto sería utilizar los mecanismos y recursos existentes para lograr un balance entre los diferentes conflictos de interés, los cuales son la principal barrera para lograr acuerdos, que incluyen intereses políticos, económicos, sociales y de mercado que, si bien son de alta complejidad, pueden coordinarse para llegar a acuerdos concretos (p. ej., The Western Energía Corridor , en Canadá para la trasmisión de energía renovable). Finalmente, un tercer desafío hace necesario incorporar la salud ambiental a la lista de prioridades de las agendas políticas nacionales y extranjeras, para lo cual la participación de los actores identificados en este ensayo es indispensable. Es importante recordar que las intervenciones en salud ambiental y/o la falta de ellas se dan en un mundo político, en el cual, muchas veces la evidencia científica tiene poco peso en la toma de decisiones. Por ello, es necesario que en el campo de salud global se trabaje con todos los actores e instituciones políticas y sociales para lograr el fin último de toda intervención en salud, el bien común.
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