Juventudes. Miradas sobre adultocentrismo, género y masculinidades [volumen 3]

96 · Capítulodos: Tránsitos en tornoal género laparticipaciónde lasmujeres, losvaronessiguensiendo reconocidos comoactores legítimos deeste campo. Este ordenamiento se manifiesta en normas y prescrip- ciones acerca de las formas de comportamiento social- mente esperadas de parte de varones y de mujeres en la hinchada. ¿Qué acciones pueden realizar las mujeres y los hombres en los estadios?, ¿de qué modo pueden usar el cuerpo para alentar?, ¿qué espacios de los recin- tos deportivos pueden ocupar? De acuerdo con las ex- periencias y percepciones de las jóvenes bullangueras, lahinchadasepresentamáscomouncampocoherente con atributos propios del ser hombre, y menos con ca- racterísticas consideradas como femeninas, pese a los cambios identificados en los últimos años. Hay muy pocas mujeres que paran con los lienzos, que prenden bengalas, que suben los estandartes, son súper pocas (Bullanguera, CodoSur, 28años) Tambiénme pasamucho que, no sé, me gusta decir chuchás al árbitro y todo eso, y temiran raro. Es distinto a que si fueras hombre. Yo igual lo hago, pero sí, es dife- rente lamiradade losdemás (Bullangue- ra, CodoSur, 27 años) La legitimidad o estatus de las bullangueras, nutrido en los procesos de socialización familiares y de amistades, así como en las trayectorias de vida como hinchas, brin- da laposibilidadde transgredir esteordenamiento. La hinchada como cosa de hombres es un aspecto re- conocido por la mayoría de las jóvenes. No obstante, las posiciones adoptadas frente a ello varían desde la incor- poración y validación de dicho orden de género hasta el cuestionamiento y transformación de éste. Relacionado con ello, se identifica una problematización de la posi- ción subordinada de lasmujeres en el fútbol y en la hin- chada, así como acciones colectivas de resistencias. Las bullangueras están realizando acciones anteriormente “La hinchada como cosa de hombres es un aspecto reconoci- do por lamayoría de las jóvenes. No obstante, las posiciones adop- tadas frente a ello varían desde la incorporación y validación de dicho orden de género hasta el cuestionamiento y transformación de éste”

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