Juventudes. Miradas sobre adultocentrismo, género y masculinidades [volumen 3]

82 · Capítulodos: Tránsitos en tornoal género compañerasdenuevasgeneracionesvolvieronal liceoa reclamar, adenunciar yasolidarizar frenteauna injusticia social y cultural; esa “vuelta a su liceo” fue especialmen- te a través de las redes mediáticas que las estudiantes habilitaron para recopilar testimonios de violencias de género en el contexto escolar. He ahí otro movimiento ulterior. Unmovimiento de ruptura con la clave del silen- cioy sobre todocon lanaturalizacióndeciertasprácticas contra lasmujeresque las liceanas, habíansoportadopor años enun doble juego de sumisión: patriarcado y adul- tocentrismo. Ahora bien, el surgimiento de los colectivos activistas constituyó como movimiento social la emergencia del disenso político enmedio de una comunidad educativa. Un disenso al orden policíaco diría Rancière, intelectual contemporáneo que se refiere a la exclusión de voces no legitimadas en el reparto social (1996) y que toman- doesa ideayomisma leocomo focalizadaenel contexto escolar. Principalmente, el disenso fue la desobediencia al ordenpatriarcal quehace tolerable lasviolenciashacia las mujeres, una desobediencia que, como diría la acti- vista boliviana María Galindo puede ser la primera señal dedespatriarcalización (2018). Pues bien, la tarea emprendida por los colectivos de ac- tivismo sexopolítico consistió en ir visibilizando la de- nunciapor acoso sexual opor hostigamientoacausadel géneroutilizandounaseriederecursosparaello: carteles en el espacio público aledaño al liceo, testimonios en la red mediática de Facebook, foros y asambleas para dis- cutir los pasos a seguir como estudiantes ante las de- nuncias de compañeras, pero también para encontrarse con lasautoridadesoparadirimir respetodeunaocupa- ción del liceo o sobre la paralización de actividades aca- démicas. Aquello que los testimonios de denuncia me fueron revelando, antes de cualquier análisis conceptual fueundesahogo juvenil de impotencia, de rabia yde so- ledadprofunda. Los testimonios a los que tuve acceso revisando las re- des y los carteles en losmuros de los liceos exponían los “la ruptura con las lógicas sexistas que generó el activismo sexopo- lítico implicó, en términos sociales, un conflicto entre personas adultas y jóvenes, pues tal proyecto juvenil chocó con la tradición no solo patriarcal, sino también adul- tocéntrica que, en las acciones adultas, quiso poner pausa o freno a nuevas interpretaciones”

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