Juventudes. Miradas sobre adultocentrismo, género y masculinidades [volumen 3]
24 · Capítulouno: Tensiones y dispositivos del adultocentrismo to de lo que podría obtenerse en el plebiscito. Sin embargo, lo ocurrido muestra que los sectores que quieren conservar el orden neoliberal realizaronun exhaustivo trabajo para conseguir el rechazodeun textoqueno logró ser conocidoa cabalidady enalgu- nos casos, dada lacomplejidadyamplitudde temasquecontenía, tampoco fueposible comprenderlo en su totalidad. Producto de la pandemia hemos asistido a un repliegue significativode lamovilización juvenil quesehabíaactivadoen los territorios apartir del procesodeoctubredel 2019. Los resultadosdel plebiscitoprofundizaronenel repliegue social general y juvenil enespecífico. La postpandemia nos ha traído otras disputas que necesitamos observar en el próximo tiempo: sehanestadoevidenciandoprocesos socioafectivos juveniles, queenalgunos casos se han traducido como de “saludmental”, y que en la salida de la pandemia po- nende relievepreguntas por la vida y lamuerte, así como consumos denuevas drogas que están ocupando las experiencias de sociabilidad juvenil: asistimos a un ambien- te de auto interrogantes críticas y falta de acompañamiento comunitario para elabo- rar posibles respuestas. También observo que, en este contexto de repliegue social del ámbitode lapolítica, las formas depolitización juvenil buscannuevos rumbos y nuevas formas de expresión, lo cual exige cercanía con susmovidas y posiblesmovilizaciones para conocerlas y comprender sus novedades si es que es el caso. Un tercer plano en estas proyecciones tiene que ver con la continuidad de las luchas por el respeto a las diversidades degéneroennuestra sociedad, enquegrupos y colectivos feministas, di- sidencias, y tímidamente algunas experiencias de varones en tono menor, mantienen los contenidos queexplotaronen lamovilización feminista antes señalada. Laactivación juvenil enesteciclo largo, haabiertodiversaspreguntasa lasociedadchi- lena en su disputa por establecer lineamientos para su construcción y, al mismo tiem- po, muestra que el repliegue actual, con sus matices, puede ser otro “potente silencio” como el de la salida de la dictadura —que algunos confundieron con apatía y “no es- tar ni ahí” como irresponsabilidad política—, que en el futuro traiga nuevosmochilazos, revoluciones pingüinas, movilizaciones por gratuidad universitaria, mayos feministas, saltos al torniquete, asambleas y cabildos territoriales. Habrá que prestar atención a las nuevas formas deexpresiónqueadquieraestapolitización juvenil. Modos de relación política generacional Cuando en nuestra sociedad contemporánea nos interrogamos por las posibilidades de niños, niñas y jóvenes de “participar en política” o “hacer política”, de forma bastan- te recurrente nos encontramos con respuestas que aluden a que las personas niñas y jóvenes no son concebidas como capaces de ejercer poder y más bien, se plantea quedebenprepararseparacuandocumplandeterminadosmínimos—quenodeciden ellos/as—, y sóloentonces podrán ser actores/as políticos/as en sucotidianidad.
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