Juventudes. Miradas sobre adultocentrismo, género y masculinidades [volumen 3]

“Elmusgoen lapiedra”, masculinidades juveniles en territorios deprecarización... · 193 es decir, que apunten a una producción de relaciones de género descentradas de mandatos patriarcales he- teronormativos, así como de imaginarios monolíticos de masculinidad. Resonancias y vislumbres de lo posible Lo comunicado aquí buscó dar a conocer lo que impli- ca localmente que lasmasculinidades se construyan no sólo al calor del proceso de socialización patriarcal, sino también de la precarización extensa en las condiciones deviday lasecuritizaciónplasmadaenlas formasdevio- lenciaestatal y suproduccióndemuerte. La precarización, desde la sensación de contingencia y desesperación, conlleva para estos jóvenes la exigencia de salvarse, de rebuscársela para proveer. La securitiza- ción les produce bronca e indignación, y conlleva callar, aguantar, escaparal control, encerrarse, someterseypro- tegerse. Losescenariosdemuerte lesprovocan resguar- darse, nodemostrarmiedo. Todoestoconjugadoconim- perativos de lamasculinidad hegemónica que constriñe aproducir y demostrar fuerza. Ahora bien, lo expuesto a lo largo de esta comunicación permite tambiéndecir queentreel constrictivo y regula- dor orden del pluridominio—patriarcal, capitalista, adul- tocéntrico— y el agenciamiento de modos alternativos demasculinidadhabríacierta frontera, en laquese juega un continuum de posibilidades, dinámicas posiciones subjetivasmasculinas, performatividadescontradictorias y prácticasmicropolíticas. Las expresiones aquí presentadas en primera persona desde la singularidad vivencial dan cuenta también de posiciones subjetivas masculinas construidas desde experiencias y modos de organización que permiten un desplazamiento y reinterpretación del internalizado y encarnado proyecto de género hegemonizado y sus exigentes mandatos. Experiencias demarcadoras que germinan “el musgo en la piedra”, el cual va socavando “La securitización les produce bron- ca e indignación, y conlleva callar, aguantar, escapar al control, ence- rrarse, someterse y protegerse. Los escenarios de muerte les provo- can resguardarse, no demostrar miedo. Todo esto conjugado con imperativos de lamasculinidad hegemónica que constriñe a pro- ducir y demostrar fuerza”