Juventudes. Miradas sobre adultocentrismo, género y masculinidades [volumen 3]
178 · Capítulo tres: Masculinidades situadas en la incomodidad Y estono es todo, tambiénhace falta examinar qué sucede cuando los jóvenes se em- borrachan y drogan. En general se habla de un efecto general, la desinhibición, perder el miedo y la vergüenza. Se da espacio para hacer aquello que como hombres nos han enseñado que no debemos hacer. Y como a muchos nos habrán enseñado, los hombres no lloran, pero ¿qué implica el no llorar? Implica no expresar las emociones, no desarrollar un lenguaje para comunicar cómo nos sentimos, no abrazar, ni besar, ni acariciar, bajo contadas excepciones (Duarte, 1999). Una de estas excepciones ocurre en estos estados alterados, el estar ebrio o drogado. Pareciera ser que se corre la barrera de lo que los hombres pueden y no pueden hacer. Varias son las ocasiones enque amigos borrachos se abrazan, se dicenque sequieren e incluso se besan. Parece ser que el consumo viene a llenar un vacío insostenible, el de lanoexpresiónmasculina. Apareceel beber y fumar comoun recursoparaexpresar emociones y tambiénparagestionarlas. El alcohol y lamarihuanaaparecencomo recursos tantoparacelebrar comoparapasar las penas. Es al ver el consumo como una forma de afrontar dificultades que pueden presentarse comportamientos adictivos o problemáticos. Es importante en este punto recalcar lasdistintasdificultadesydesigualdadesqueviven los jóvenesdesectorespo- pulares y la altapresenciadenarcotráficoen las periferias deSantiago. ¿Qué hacemos? Frente a estos hallazgos cabe la necesidad de empezar a hacernos las siguientes pre- guntas: ¿Cómo abordamos el consumo de alcohol, marihuana y otras sustancias en jóvenes? En base a lo que se conversó, los jóvenes identifican dos formas en que sus padres enfrentaban esto. La primera es un clásico, la prohibición. Su principal conse- cuencia, hacerlo a escondidas. Esto significa que enmuchos casos los jóvenes se en- frenten solos a los peligros y consecuencias del consumo, no saber cuánto tomar o fu- mar, qué consumir y qué no, no tener información respecto a los cuidados al momento de consumir, entremuchos otros. Lasegunda formaapuestapor laconfianza. Significael compartir experiencias, enseñar cómosepuedencuidar, qué resguardos tener yquéhacer encasodealgún imprevisto. Compartíamos anécdotas, él me contaba: “oye, yo cuando empecé a tomar hacía estas cosas”, pero siento que esas son como las cosas que igual te enseñan entre comillas, no sé si él me contaba que un día se meoponte tú, ohyoquedoasí: “yonomequieromear”, oasí po, oquese cayó, puta yo tampocomequiero caer. (Tomás, 22años)
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