Juventudes. Miradas sobre adultocentrismo, género y masculinidades [volumen 3]
140 · Capítulo tres: Masculinidades situadas en la incomodidad Mediante la fraseanterior, el profesordejaenevidenciaque loshomosexualesconstitu- yenuna suertede amenaza al heterosexual, que en cualquiermomentodebeproteger su espacio personal, que supuestamente los homosexuales en algúnmomento trata- rándeprofanar.Constituyenmensajesdesdeelmundoadultoalmundoestudiantil, que de cierto modo establece los discursos LGBTIQA+ odiante como discursos válidos de reproducir enel espaciopúblico. En la misma línea, Daniela recuerda quien en algunas ocasiones asistió al estableci- mientoeducativo con los labiosmaquillados, recuerdaqueunprofesor ledijo: Por qué te cambiaste a un liceo de hombre si te gusta andar así, sácate el labial” (Profesor de Educación FísicadeDaniela). Carla recuerdacuandoenséptimobásico, unprofesor que tuvoenel liceo, lescomentó sobre unos estudiantes que habían sido amigos durante toda la enseñanza media, y que terminaronegresandodel liceocomoparejahomosexual. Carla, señalaqueel tono enel queel profesor comentó lahistoria como si fuese algode lo cual sentir vergüenza, como algo que estámal. Esta instancia, la entrevistada la recuerda como la primera vez en la que se le hizo explícito que la diversidad sexo-genérica estaba mal, y que, como cuerposexuadodevarón, debíangustarle lasmujeres, ycomportarsecomo lasociedad esperaqueunhombre lohaga. Otras formas dediscriminación vienendepartedelmismo cuerpo estudiantil. Estas re- fieren a hechos en los que los compañeros pueden dudar de la heterosexualidad de otre compañere. Deesta forma, aMati sus compañeros ledecían: Y ya andai’ mariconeando, te vimos en el pasillo con tal persona ¿ erís maricón? (Compañeros deMati) ¿Por quéno te vai’ ? (Compañeros deMati) Las formasdediscriminacióndentrodel espacioeducativonosóloconstituyenataques e intentos de disciplinar al cuerpo y las sexualidades del estudiantado, si no que remite a lasmaneras en que se construye el espacio educativo. Es decir, hay actividades y ac- titudes esperadas de los hombres, y otras no. Las actitudes que no son culturalmente masculinas, como pintarse los labios, esta- blecer contacto físico con los compañeros dentro y fuera del liceo, bailar, usar aros, son explícitamente perseguidas, castigadas e incriminadas. Ante esta osadía de algunes estudiantes, y laeventual sospechadelmundoadultoanteunaposible fugade lahete- rosexualidad, son losdistintosestamentos losque leshacensabera l*sestudiantesque el liceonoes unespacioque les pertenece.
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