Juventudes. Miradas sobre adultocentrismo, género y masculinidades [volumen 3]
Sueños universitarios en juego: la incertidumbredel fracasoenmujeres estudiantes... · 105 conperpetuar ladesigualdadeconómicaysocialentrehombresymujeresnosenfrenta abarrerasyobstáculosadicionalesal buscar empleoyavanzar encampos feminizados, limitando nuestra capacidad de acceder a oportunidades de desarrollo profesional y obtener losmismosbeneficioseconómicos y socialesquenuestras contrapartesmas- culinas (Bourdieu, 2000). Estos antecedentes nos sugieren dos situaciones preocupantes. La primera, es que la creencia de que un título universitario conduce automáticamente a un futuro próspero y exitoso trasciende las meras expectativas impuestas por adultos o figuras de auto- ridad. Más bien, se arraiga en una estructura más profunda, reflejo de la influencia del habitus neoliberal en nuestra sociedad. Este enfoque promueve la idea de que el éxito personal es el resultado directo de la educación superior y el esfuerzo individual, una noción profundamente internalizada tanto por adultos como por jóvenes. Sin embargo, la realidad pinta un panorama diferente, revelando que las probabilidades de alcan- zar beneficios significativos tras la graduación universitaria son en realidad bastante limitadas. Y, en segundo lugar, que las jóvenes provenientes, en sumayoría, de estratos medios y bajos de la población chilena, que estudian carreras altamente feminizadas en instituciones de menor prestigio 21 , enfrentan una doble desventaja. Además de la subvaloracióndesuscarrerasenelmercado laboral, experimentanunaprofunda incer- tidumbre sobre sucapacidadpara alcanzar el reconocimiento y lamovilidad social que desean. Esta incertidumbre surge del hecho de que están estudiando en instituciones menos reconocidas y valoradas tantoenel ámbito laboral comoenel social. Ante esta realidad, es comprensible que estas jóvenes en particular estén experimen- tando un mayor miedo al fracaso, sustentado en el elevado riesgo de no alcanzar las recompensas esperadas, como se mencionó previamente. Este riesgo encuentra sus raíces en las desigualdades en las oportunidades educativas y en el prestigio institu- cional, particularmente asociadas al nivel socioeconómico de los estudiantes (Mendes, Campbell yDeSousa, 2005). Además, lasnotoriasdisparidadeseconómicasvinculadas a las elecciones de carrera, con efectos significativos en aquellas predominantemen- te feminizadas, debido a lamenor valoración económica y social que suelen recibir en comparación con las carreras predominantementemasculinas (Urzúa, 2012; Bourdieu, 2000), amplificanestetemor. Deesta forma, laprobabilidaddenoobtenerestas recom- 21. Según lo evidenciado por Muñoz y Blanco (2013), las universidades altamente selectivas, asociadas ge- neralmente a sectores acomodados de la población, al ser más prestigiosas y reconocidas por su alta ca- lidad académica, sonmayormente valoradas tanto en el mercado laboral como en la sociedad chilena en general. Mientras que las universidades de mediana y baja selectividad, asociadas a la clase media y los sectoresmás populares de la población, al ser menos prestigiosas, sus egresados son castigados conme- nores ingresos,menor valoraciónsocial ymenosposibilidadesdeacceder acargosdirectivosode liderazgo (Canales et al., 2016; Fukushi, 2010). Meller (2010, citado en Vásquez, 2017) categoriza a las universidades de alta selectividad como aquellas dondemás del 50%de los estudiantes obtienenmás de 601 puntos en la prueba de selección universitaria, las de mediana selectividad con menos del 50% de estudiantes por encimade los601puntosymenosdel 20%pordebajode los501puntos, y lasdebajaselectividadconmás del 20%deestudiantes por debajode los 501 puntos.
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