Historia de la parasitología chilena

223 Revista Parasitología Latinoamericana - Historia de la Parasitología Chilena Capítulo 7 Simultáneamente, a como se iniciaron y trascurrieron las actividades de investigación, se desarrolló nuestra inmersión en la docencia de pregrado y a poco andar, se nos dio la posibilidad de hacer docencia, primero en carreras como Nutrición y Enfermería y luego en Tecnología Médica. Por diversas circunstancias, las colegas Magaly Raby y Julia Soto abandonaron el grupo y eso dio la oportunidad de acceder a una media jornada, que de común acuerdo con Jorge Araya decidimos compartir, quedando cada uno con 11 horas, pero que voluntariamente, y “ad honoren”, trabajábamos como si fuésemos jornada completa. Por lo anterior y por otras cosas, fuimos ganando espacio tanto en la docencia como en la investigación y también en los aspectos contractuales. Pudimos entonces, primero tenermedia jornada, luegomedia jornadamás 11 horas y finalmente, luego de dos años, la ansiada jornada completa. A la actividad docente de esos primeros años, se agregaba una sostenida actividad de investigación tanto en el marco del proyecto financiadopor laOMScomoenaspectos serológicos ymetodológicos. Deesta manera publicaríamos trabajos evaluando la reacción de la toxoplasmina, la estandarización de la técnica de hemaglutinación en eluídos de sangre total recolectada en papel filtro, la estandarización de la reacción de ELISA para diagnósticode infecciónpor Trypanosomacruzi yel estudiode laepidemiología de la cryptosporiosis en el norte de Chile y de la enfermedad de Chagas en bancos de sangre, entre otros, siendo que algunos de estos trabajos fueron producto del desarrollo de tesis para optar al título de Tecnólogo Médico. También, cabe mencionar que en esos primeros años se inició una línea de investigación en quimioterapia experimental, basada en la búsqueda de actividad antiparasitaria en productos naturales aislados de plantas, que de hecho se traduciría en nuestra primera publicación internacional. Luego, esta línea quemantenemos activa hasta el día de hoy generaría otros aportes. Además, estas actividades de investigación nos permitieron participar por primera vez en un congreso, el “I Simposio Internacional de Parasitología”, realizado en Santiago en abril de 1982 y luego, en muchos otros congresos nacionales e internacionales. Entre ellos, los congresos de la Federación Latinoamericana deParasitología, los de InvestigaciónBásica en enfermedad de Chagas que, anualmente, se realizaban en Caxambú, estado de Minas Gerais en Brasil, los Congresos de la Bristish Society of Parasitology y las reunionesdeParasitologíaMolecular deWoodsHole, entreotros. Ademásde la participaciónen los congresos nacionales de las sociedades deMicrobiología, Bioquímica y Biología Molecular, Biología Celular, las Jornadas Anuales de SOCHIPA y por supuesto, los congresos de la Sociedad de Biología de Chile, que se realizaban en Punta de Tralca. La idea y la necesidad de la formación de postgrado, no estaba ausente entre losmiembros de la naciente Unidad de Parasitología, surgida luego de la amistosa separación de los colegas microbiólogos. Por ello, el profesor Alejandro Fuentes, haciendo uso de una beca de la OMS partió a realizar su Magíster en Salud Pública, en la Fundación Oswaldo Cruz, en Rio de Janeiro, Brasil. Al poco tiempo, el Profesor Hernán Sagua, obtuvo su Magíster en el Programa de Parasitología de la Universidad de Chile.

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