Historia de la parasitología chilena

219 Revista Parasitología Latinoamericana - Historia de la Parasitología Chilena Capítulo 7 de cada parásito y contribuir al aprendizaje significativo de la disciplina. Sólo existían los dibujos realizados en la pizarra y algunas preparaciones de huevos, trofozoítos y quistes, más el deseo de enseñar, con las limitaciones propias de la situación y la época. Por ello, los futuros técnicos laborantes debían completar su formación realizando una estadía en la Universidad de Chile, en Santiago, donde tenían la oportunidad de desarrollar mayores destrezas en la observación microscópica de estructuras parasitarias. Del mismo modo, el Dr. Monlezún, enseñó los tópicos de Parasitología, en la asignatura deMicrobiología y Parasitología que se impartía para las carreras de Enfermería y de Obstetricia y Puericultura, teniendo como ayudante al Sr. Sergio Becerra Molina, profesor de estado en Biología y Química, quién posteriormente estudiaría Tecnología Médica, dedicándose luego a la enseñanza de la Microbiología. El ColegioUniversitarioRegional daríaorigenen 1968 a la sedeAntofagasta de la Universidad de Chile, que luego, enmarzo de 1981 tras fusionarse con la sede de laUniversidad Técnica del Estado daría origen a la actual Universidad de Antofagasta. De este modo, durante estos procesos de transición y especialmentedurante la segundamitadde ladécadadel sesenta, el paulatino desarrollo y fortalecimiento de la docencia para la carrera ya denominada de TecnologíaMédica, llevó a la generación de espacios físicos para el desarrollo de actividades prácticas, fundamentalmente laboratorios de microscopía, a la consolidación de la enseñanza de la Parasitología y a la obtención de una pequeña dependencia que comenzó a ser utilizada como laboratorio de investigación. En marzo de 1976, me incorporé como alumno mechón para estudiar la carrera de Tecnología Médica en la Universidad de Chile, sede Antofagasta. Ya en el segundo año, tuve la oportunidad de tener mi primer encuentro con la Parasitología, al cursar la asignatura de Parasitología I (o también denominada Parasitología Básica) y luego, en tercer año, la asignatura de Parasitología II (odenominadadeParasitologíadeEspecialidad).Comenzamosa familiarizarnosconquistesyhuevos, conocer sobre laascariasis, lahidatidosis, la toxoplasmosis y la enfermedad de Chagas entre otrasmuchas parasitosis que aprendimos a conocer y a diagnosticar en sus aspectos de laboratorio. Conocimos las características clínicas de cada parasitosis, los aspectos morfológicos, epidemiológicos, dediagnósticoy tratamiento, así comotambién la profilaxis. Las clases y los laboratorios eran interesantes y motivadores y el grupo de docentes sobresalía sobre el de otras asignaturas, por la claridad y calidad de sus clases, la excelencia de los pasos prácticos donde debíamos dibujar cada estructura. Además, era destacable la rectitud y ecuanimidad de las evaluaciones, muy exigentes pero ajustadas y coherentes con las materias que se habían impartido tanto en clases teóricas como prácticas. Había además otra característica que hacía ya destacar a este grupo de académicos y es el hecho que realizaban actividades de investigación, la cual también se ofrecía como oportunidad en el curso de Parasitología Especialidad, donde en lo personal me correspondió investigar la infección Jorge González Cortés “Para entender una ciencia, es necesario conocer su historia” Aguste Comte

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