Libro blanco del audiovisual comunitario en Chile
46 Chiara Sáez y Jorge Avilés de comunicación surgidos por la iniciativa empresarial (Sunkel, 1984: 77). En su intento por comprender esta paradoja, el autor propone un abanico de personajes, temas y contenidos que debiera abordar una comunicación progresista - al- ternativa de masas, interesada en convertirse en repre- sentante de los intereses de los sectores dominados, pero de una manera que dé cuenta de su heterogeneidad y complejidad, con su propio lenguaje simbólico-dramático. Así, lo popular estaría compuesto por tres dimensiones: lo representado, lo no-representado y lo reprimido. Lo representado sería aquello que la prensa ilustrada de izquierda ha abordado históricamente: la explotación económica, la clase obrera, el campesinado sindicalizado. Lo no-representado serían aquellos actores y demandas vinculadas que la izquierda tradicional ha demorado un poco más en reconocer: las y los pobladores, las mujeres, los jóvenes, los jubilados, los indigentes, los indígenas. Finalmente, lo popular-reprimido estaría compuesto por aquellos elementos pulsionales, disidentes, irracionales, lúdicos, arrabaleros que también forman parte de la cultura popular, que han sido ocultados o negados; o que cuando han sido abordados, lo han sido más bien desde un discurso moralizante. Se trata del mundo de las prostitutas, los homosexuales, los delincuentes, los drogadictos, los alcohólicos, etcétera, quienes habitan espacios tales como prostíbulos, boites , centros de espec- táculo nocturnos, clandestinos, plazas, calles retiradas y sus espacios contraparte, que son impuestos por la autoridad: centros de detención, reformatorios, centros
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