Libro blanco del audiovisual comunitario en Chile
270 Chiara Sáez y Jorge Avilés estos valores y principios sin renunciar a hacer efectiva la responsabilidad del Estado con respecto a asegurar la existencia y sostenibilidad en el tiempo de la comunicación comunitaria como parte de la diversidad del ecosistema de medios: la importancia de definir criterios y reglas del juego claras para esta relación, que no dependan de los gobiernos de turno, sino que sean parte de una política de Estado. Esta relación también incluye conocer cuál es la comprensión y la concepción de la comunicación comunitaria por parte de distintos agentes de poder en la sociedad. Esto incluye la pregunta por cuánto vale la vida de las y los comunicadores comunitarios y qué hace el Estado y sus instituciones por el resguardo de los derechos comunicativos de estos medios y de sus integrantes. En el sentido de la sostenibilidad social y organi- zacional, es muy relevante el rol que ocupa el lenguaje audiovisual como herramienta de representación y participación de las comunidades de referencia en los proyectos actuales y futuros. Solo una concepción co- lectiva y abierta de la producción audiovisual es la que conduce a la legitimidad de los proyectos en su entorno de desarrollo. Este ha sido uno de los temas centrales de este libro y los hallazgos dejan varias preguntas abiertas sobre cómo seguir profundizando en él. Una de ellas relativa a aquello que se asume tácitamente como parte de los temas, actores y espacios que los medios comunitarios tienen que cubrir o que tienen que ser representados en sus pantallas o micrófonos: ¿qué se deja fuera y por qué? ¿por decisión de quién? En el fondo, ¿cuánto sa- bemos de los públicos de las televisiones comunitarias,
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