Libro blanco del audiovisual comunitario en Chile

28 Chiara Sáez y Jorge Avilés el desarrollo de políticas de comunicación que promo- vieran la televisión comunitaria. Pero por la vía de la omisión, se cerraron posibilidades al sector y cita dos ejemplos concretos: - La negativa de la Concertación a establecer canales de acceso público (siguiendo el modelo estadounidense de tv comunitaria) cuando estableció las obligaciones para los operadores de cable. A falta de protección legal, habrían ocurrido casos como el de vtr que no quiso incluir en su oferta el canal de la ong El Canelo de Nos o el de Metrópolis, que sacó de su grilla un canal comunitario de Ñuñoa por mostrar un programa sobre Derechos Humanos. - Los fondos concursables para las artes y el audiovi- sual no desarrollaron una categoría separada para grupos no-profesionales y de base. Estas dificultades para la producción y la distribución en un contexto político desarticulador y desmovilizador habrían llevado a una suerte de muerte natural de la Red Nacional de Video Comunitaria, que en su asam- blea del año 2000 concluía que: “el descenso de la producción reflejaba el bajo nivel de activismo social y comunitario, y que, a su vez, reflejaba la pérdida de optimismo tras 10 años de transición política” (Bresnahan, 2009: 284). Pero también surgían nuevos proyectos. Desde el año 1992 comienzan a realizarse Pantallazos en la población

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