Libro blanco del audiovisual comunitario en Chile

22 Chiara Sáez y Jorge Avilés Porque como bien decía el comunicólogo boliviano Alfonso Gumucio-Dagrón, si bien los medios comunitarios no tienen fines de lucro, tampoco debieran tener “fines de pérdida”; es decir, deben ser capaces de resolver unas condiciones económicas mínimas y que éstas no depen- dan de dádivas o contingencias, sino de reglas claras de financiamiento, tanto respecto de fondos públicos como de fondos privados. La existencia de una organización sin fines de lucro y abierta a la participación ciudadana es central para la creación de un proyecto social que tenga por objetivo ser un dinamizador de su comunidad por medio del lenguaje audiovisual, con independencia de sus vías de financiamiento o forma de organización. Sin embargo, es difícil desarrollar mecanismos de participación ciudadana o actividades de autoexpresión colectiva en localidades que se caracterizan por condiciones de vida adversas o que no acostumbran a espacios de encuentro entre los integrantes de su comunidad. Y en el caso de que surjan, eso luego da pie a nuevos desafíos tales como articular formas de coordinación, definir estrategias parti- cipativas en la toma de decisiones, elaborar medidas para el fomento de la motivación, incentivar la pertenencia en el grupo o establecer formas de rendición de cuentas. Como señalábamos más arriba, este es un libro que se centra sobre todo en sistematizar los resultados de dos investigaciones recientes, si bien iremos dando cuenta de otros estudios previos que nos permitieron llegar a esta síntesis. El libro se encuentra organizado del siguiente modo:

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