Libro blanco del audiovisual comunitario en Chile

200 Chiara Sáez y Jorge Avilés pese a la existencia de esta opción que emerge como vía para desconcentrar la industria, favorecer la diversidad de actores y contenidos dentro del ecosistema mediático, se ha observado poca claridad sobre su aplicación efectiva. La paradoja es que durante 2022 el cntv con el apoyo de la Subtel intentó poner en marcha la implementación de más frecuencias de televisión comunitaria por medio de la figura de concesionarios con medios de terceros, presionando a los canales comunitarios a que ofertaran su remanente. Es decir, intentó por primera vez poner en práctica esta figura legal recurriendo para ello al sector más pequeño y débil del sistema televisivo, que en ese momento contaba con apenas cinco concesiones otorgadas. Desde la Asociación de Canales Comunitarios esta medida se vio como más carga de trabajo y obligaciones, dentro de un contexto de completo desconocimiento de la figura en cuestión. Finalmente, la medida fue desechada, porque los canales comunitarios —en la línea desarrollada por prácticamente todos los concesionarios con medios pro- pios del resto de tipologías— tampoco habían declarado remanente disponible en sus solicitudes de concesiones. Se estableció que los canales podían liberar su remanente de igual manera por medio de un acto administrativo antes de octubre de 2023, pero esta propuesta no se llegó a concretar, ya que el sector comunitario no ve en esa medida —salvo casos muy excepcionales— una oportunidad para el sector y porque, por otro lado, esta medida tiene sentido en concesiones de mayor alcance, no en las con menos alcance y que, en el caso chileno, son las locales de carácter comunitario. Así, sobre este aspecto, el requerimiento es:

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