Libro blanco del audiovisual comunitario en Chile

150 Chiara Sáez y Jorge Avilés de las interpretaciones que emergen del visionado es que el protagonista tiene una visión distorsionada de la realidad. Persiste una contradicción entre ambos relatos que evocan sentimientos e impresiones disonantes o no agradables entre los espectadores. Sobre el sentido de visionar este corto, Mateos señala lo siguiente: “En la sesión comentamos que para decir la verdad tenemos que contar mentiras. ¿Cómo podemos contar que este chico no se comunica bien con el mundo sin decirlo expresamente? Generamos una contradicción que habla por sí sola (...) Las formas de conjugar lo que narran los narradores en reportajes, películas o ficciones y la manera de combinar lo que dicen las palabras y lo que muestran las imágenes puede ser una fuente de sentido. Y en esto hay una estética que propone una conexión entre ambos elementos”. En otras palabras, se provoca una situación que impulsa al espectador a pensar en el sentido que conecta los diferentes códigos audiovisuales. La profesora invita al grupo a distanciarse de la presunción de querer contar las cosas tal como son, lo cual, según las y los representantes, es un rasgo característico de la televisión comunitaria. El desafío no es construir una pieza audiovisual correcta desde un aspecto tradicional, más bien, construir un sentido en los públicos / las audiencias / las comunidades por medio de la propuesta de sus obras audiovisuales. “Creo que los videos que nos mostraste se relacionan con el concepto de la diégesis, esta construcción de la narración, de la historia, a través de los sentidos y que son particulares en estos casos. Ambos utilizan lo visual y la música en contraposición para generar un efecto en

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