Libro blanco del audiovisual comunitario en Chile

144 Chiara Sáez y Jorge Avilés permite que los espectadores comprendan de manera más profunda e íntima la vivencia de los personajes. Esto conlleva una continua reflexión en torno a una pregunta estética, que también es ética, sobre cuál es la relación que se propone a los espectadores a partir de la obra o material audiovisual que se presenta: “En esa relación, de qué manera me encuentro defrau- dando la confianza que tiene la gente en mí como medio comunitario. Esa es la pregunta ética que me puedo plan- tear. (...) La manipulación no siempre significa engaño, el relato manipula para conseguir un equivalente a lo cierto, después de todo, nuestros relatos son un conjunto de signos que tiene que producir un significado para que la gente los piense. La realidad tiene unas reglas y los relatos tienen otras”. Entonces, la reflexión que se dinamiza en la sesión es: en qué medida la manipulación se hace para contar lo cierto o para contar otra cosa. Un representante consulta sobre quién determina lo qué es verdad o no, sin embargo, más allá de las impresiones que los y las asistentes tuvieron ante esta temática o de las diferen- tes ideas que surgieron, lo relevante es de qué forma se articula esta respuesta al interior de la comunidad con miras a estimular que existen diferentes aproximaciones antes los hechos o las vivencias. Para Mateos, el problema se soluciona incorporando más puntos de vista en la construcción de los relatos: “Mi postura es que las personas construyen su percepción sobre el mundo con sus valores y que estos valores, en muchos casos, no están participando del discurso co- lectivo. Hay que integrarlos, tenemos que escucharlos y

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