Perspectivas del multilateralismo

Natalia Vargas Palacios • Catalina Vargas Palacios 140 en general, el mundo no ha avanzado hacia el cumplimien- to de la meta 2.1 de los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), dirigida a asegurar el acceso de todas las personas a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año, ni de la meta 2.2 de los ODS, orientada a erradicar todas las formas de malnutrición (FAO et al., 2021, p. vi). En el año 2020, la pandemia por COVID-19 ha hecho estragos en varios aspectos de la vida cotidiana afectando a todos los países. Desde el punto de vista de las relaciones internacionales, esto es posible de ver en el índice de presencia internacional del Instituto Elcano (Olivié & Gracia, 2021) donde se muestra, en un análisis de las dimensiones económicas, militar y «blanda», un retroceso en la vinculación internacional. Este proceso de «desglobalización», existente en algunos ámbitos desde antes de la pandemia, específi- camente en lo que se consideran las relaciones «blandas», se hace especialmente profunda en el caso de la dimensión económica que muestra un decrecimiento del 12.2% entre los años 2019 y 2020 (Olivié & Gracia, 2021). En el caso de la seguridad alimentaria, los datos son mucho más agudos a tal punto que el hambre y la malnutrición son una triste realidad con la que se deberá convivir día a día por mucho tiempo más. Ninguna región del mundo se ha librado de ella y los números son consistentes con su permanencia y profundización: entre el año 2019 y el 2020 hubo un aumento de 161 millones de personas que padecieron hambre con un total estimado de 811 millones. En el caso de la malnutrición, este aumento fue de 320 millones con un total de 2370 millones de personas para el 2020 (FAO et al., 2021). Estos datos nos ponen en alerta sobre los efectos a mediano y largo plazo en el desarrollo de niñas, niños y adolescentes pues la malnutrición se vincula con problemas por retraso del crecimiento, emaciación o sobrepeso, temas especialmente complejos en las regiones de África y Asia. No obstante, el problema se ha esparcido en el resto de los países, puesto que, en el caso de los adultos, la obesidad sigue au- mentando sin muestra de inversión de la tendencia lo que implicará co-morbilidades que serán un problema a corto y mediano plazo en el gasto público en salud.

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