Perspectivas del multilateralismo

Diego Arancibia Morales • Danisa López Díaz 116 la gobernanza global, sino poder comprenderla en la práctica, la cual se define como «la resolución de problemas globales específi- cos por medio de la creación de distintas esferas transnacionales de autoridad, cada una de las cuales comprende un grupo diferente de actores y una arquitectura institucional particular» (Legler, 2013, p. 254). De lo anterior, se desprende que estamos frente a problemas globales, es decir que no afectan a unos pocos, sino que a todos los Estados; existencia de una multiplicidad de actores, sean estatales y no estatales, y mecanismos institucionales que permitan brindar respuestas a los problemas globales. Teniendo en cuenta lo anterior, es inevitable enfocar el concepto de gobernanza global en el ámbito de la salud, dado el contexto de pandemia que nos afecta por COVID-19. La gobernanza global en salud se define como «un sistema de normas e instituciones que atiende los problemas que son comunes entre los Estados y los seres humanos» (Coronado Martínez, 2021, p. 471), continúa expli- cando que la materialización del concepto se refleja en el siguiente escenario, el cual implica actores, instituciones y normas, validadas internacionalmente. Por lo tanto, la gobernanza global para la salud está representada por: la Organización Mundial para la Salud (OMS) y sus oficinas regionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las cuales funciones como actores técnicos tratando de construir un consenso internacional en la política de salud global. Para ello, usan redes de expertos, comunidades epis- témicas y redes transgubernamentales, como herramientas de transferencia y difusión de políticas globales, así como agentes catalizadores de cooperación y facilitadores de la transfe- rencia y difusión de políticas y recomendaciones (Coronado Martínez, 2021, p. 471). Por lo tanto, su foco son los problemas de salud globales, que trascienden fronteras y en donde los Estados son incapaces de res- ponder por sí solos en un mundo interconectado. El trabajo de la gobernanza global para la salud está predeterminado por la aparición del COVID-19, sin embargo, su trabajo es sustancioso en la gestión