El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
¿Qué explica el mejoramiento escolar observado en los liceos chilenos? 101 que ha predominado ha sido un escalamiento progresivo de políticas de básica a la me- dia, que han tenido como principales objetivos el aumento de recursos o el monitoreo de los logros de aprendizaje. Antes de ese período, los programas para la educación media habían sido focalizados en liceos científico-humanistas de ambos extremos del desem- peño (Liceo Para Todos, Liceos Prioritarios y Montegrande), quedando al margen los liceos técnico-profesionales y, en general, aquellos de desempeño medio. Esto no quiere decir que las políticas hayan estado completamente ausentes en este período, pero que su aporte ha sido más bien complementario y no sustancial, como veremos a continuación. En los liceos estudiados, buena parte de las condiciones base para el mejoramiento se han generado a partir del aumento de recursos disponibles. En efecto, a través de la JEC y luego la SEP los liceos han podido mejorar su infraestructura e invertir en equipos y materiales requeridos para el cumplimiento de sus proyectos (por cierto, dado el siste- ma de vouchers , se trata de una condición siempre contingente, que presiona por man- tener una buena matrícula). Adicionalmente, en la mayoría de estos liceos, los recursos provenientes de políticas ministeriales han sido complementados con ingresos obtenidos de otros programas y fondos, tanto públicos como privados, que los propios liceos o sus sostenedores han gestionado. Como resultado, actualmente todos los establecimien- tos de la muestra cuentan con los recursos suficientes para un buen funcionamiento y mantención, lo que ha supuesto administraciones eficientes que han respondido a los requerimientos reales de estudiantes y profesores. Según observamos, uno de los focos claves de inversión en estos liceos han sido los recursos humanos. Contratar profesiona- les en áreas deficitarias, ampliar las plantas docentes y mejorar sus condiciones laborales, incorporando horas para el trabajo no lectivo y colectivo, y sumar nuevos cargos en equipos directivos, han sido los principales focos de atención. Quizás esta priorización en equipos internos explique la ausencia o marginalidad de la contratación de asesores externos como ATES o fundaciones, apoyos que en otros establecimientos se encuentran muy extendidos. Para los liceos técnicos, desde 2009 el Mineduc impulsa los Planes de Equipamiento para la EMTP, fondos concursables específicos para la compra de imple- mentos que permitan cumplir con sus perfiles de egreso. Para la mayoría de los liceos, estos fondos (a los que se han sumado aportes empresariales y fondos regionales) han sido esenciales, sobre todo dado que la SEP restringe las opciones de compra de equipa- miento para liceos técnicos. En menor medida, encontramos políticas sustantivas que han tenido efectos di- rectos sobre el quehacer principal de los liceos: cómo se enseña y qué se enseña. Aquí destacamos tres. La primera es el programa de liceos Bicentenarios, que apunta a mejorar los logros en liceos de alto rendimiento, quienes deben postular al programa. Tres liceos de la muestra fueron seleccionados en el primer concurso el año 2010, y corresponden justamente a los de más altos resultados dentro del estudio. En estos establecimientos, uno de los efectos de la política ha sido la reactivación o reforzamiento del prestigio que ya habían acumulado en sus comunidades. Además, con más o menos intensidad, el pro-
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