El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
¿Qué explica el mejoramiento escolar observado en los liceos chilenos? 93 oportunidades de vida de los egresados. Este hecho hace que los establecimientos de en- señanza media estén de algún modo más expuestos al escrutinio social en sus territorios. En el caso chileno, este escrutinio se canaliza de manera muy significativa a través de dinámicas de mercado, vía competencia entre liceos por captar las preferencias de las familias y –crecientemente– de los propios jóvenes. Así, cumplir con tales indicadores es primordial para posicionarse y mantenerse atractivos en mercados escolares competiti- vos; dicho de otro modo, el posicionamiento en el mercado educacional de los liceos está directamente relacionado con las condiciones de salida de sus estudiantes. Es importante notar que, si bien los establecimientos de educación secundaria son en cantidad menos que las escuelas, su mercado es igualmente competitivo, ya que otras características le imprimen mayor presión. Por ejemplo, al ser menos unidades, los liceos son más visibles, más identificables para la comunidad y por tanto más sensibles a las dinámicas de pres- tigio/desprestigio local. Además, dado que los alumnos tienen mayores posibilidades de desplazamiento, incluyendo conmutar entre ciudades diariamente o por la vía de inter- nados (como algunos casos de nuestro estudio), el espacio geográfico de la competencia es mayor. A eso se agrega que los liceos ofrecen un servicio que está más segmentado y especializado que el de las escuelas básicas (que grosso modo son equivalentes entre sí: todas llevan a la secundaria en base a un currículum muy semejante), existiendo las modalidades de formación general y profesional, y una enorme diversidad de especia- lidades laborales y concentraciones curriculares diferentes al interior de cada estableci- miento. Esto hace que los liceos necesiten ser mucho más sensibles a las preferencias de la demanda escolar, puesto que una oferta poco atractiva rápidamente se refleja en una disminución de la matrícula (lo que, dado el sistema de vouchers , repercute directamente en los recursos disponibles). Por último, los liceos tienen un período más breve de tiem- po que las escuelas básicas para demostrar su efectividad; la enseñanza media en Chile contempla solo 4 años, por ende, los alumnos están renovándose más frecuentemente y son muy sensibles a los logros que presenten los liceos. Todos estos elementos han estado fuertemente presentes en los casos estudiados y han sido clave para gatillar y orientar sus procesos de cambios. Lo que resulta más in- teresante al respecto es que, para mejorar sus resultados, posicionarse en el mercado o bien sobrevivir en este, los liceos estudiados han introducido cambios que involucran es- trategias complejas y heterogéneas que apuntan a reestructuraciones o transformaciones mayores de la organización escolar y que en algunos casos conllevan redefinir los sentidos y propósitos generales de sus Proyectos Educativos Institucionales. Esto no niega que algunos liceos, en particular aquellos que tenían menor desempeño al inicio de la déca- da, hayan desarrollado procesos de «normalización» de la convivencia o de su funciona- miento (lo más cercano a «reestructuraciones» que hemos observado en escuelas básicas en estudios similares), pero, cuando estos están presentes se conjugan con cambios más complejos que implican transformaciones institucionales mayores. Los liceos han nece- sitado jugadas más ambiciosas y arriesgadas, y éstas han estado a la base de procesos de
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