El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
432 Karin Ermter, Manuela Guerrero alternativas. Sin embargo, durante su formación, muchos estudiantes descubren que los trabajos a los cuales pueden aspirar con un título técnico del liceo, aunque bien remune- rados, pueden ser poco desafiantes. El reducido espectro de tareas que realizan en faena, por consideraciones de seguridad, así como la monotonía que perciben en las responsa- bilidades laborales en algunas áreas, a veces termina frustrándolos: «Al principio es genial, porque uno ve los molinos, los CAEX, ve las palas, los montacargas, ‘¡oh, genial!’ Pero ya después, con los días, ya te vas acostumbrando a que las sabes usar, ‘ya, chaíto’. Es aburrido y es puro riesgo, yo creo, la minería. Yo creo que el dual abre los ojos a los niños. Porque por ejemplo, en el tradicional está en el laboratorio, es dinámico y todo, pero llegan allá arriba, y es fome y peligroso. Son trabajos monótonos y rutinarios, así, a morir. A morir, a morir, a morir» (alumno de 4° medio). Por otra parte, debido al proceso de selección centralizado que privilegia el buen rendimiento, muchos estudiantes desarrollan competencias académicas que les permiten aspirar a metas más ambiciosas, lo cual, sumado al desencanto con la realidad laboral que descubren durante sus prácticas, alimenta su motivación para ingresar a la universi- dad o, al menos, profundizar en su especialidad, siguiendo una carrera técnica de nivel superior: 10 «Hay varios que se están preparando para la PSU; otros preparando o buscando su práctica profesional. El otro día estaba conversando con el 4º H, que es Electrónica; me decían ellos, que, claro, Electrónica tiene automatización, que es el paso siguiente de la carrera, y hay como cuatro que ya están inscritos. De Asistencia en Geología, uno me decía que va a ser geólogo, esa es su meta. La mayoría, cuando va a estudiar a una institución superior, sigue en su campo laboral» (profesor). Los alumnos que siguen una formación técnica tradicional (no dual) y tienen como meta acceder a la educación superior, con alguna frecuencia no realizan sus prácticas fi- nales (y por ende, no se titulan) porque usan los meses de verano para descansar y tomar vacaciones, antes de embarcarse en una nueva etapa que saben será más demandante. Los alumnos que cierran su ciclo, en tanto, aspiran a ingresar al mercado laboral, ya sea en forma definitiva o transitoria, como estrategia para obtener por sí mismos los recursos para cursar estudios superiores que sus familias no pueden costearles: «Mi papá y mi mamá no tienen los medios para pagarme la universidad, entonces por eso decidí venirme acá, porque quizás de acá salgo con una base para trabajar y quizás yo pagarme la universidad. Eso mismo pasó con mis hermanos. Mi hermano ahora está estudiando ingeniería en electromecánica. Salió de acá, trabajó, y ahora está estudiando otra vez» (alumna de 3° medio). 10 También hay casos de estudiantes que ingresan al liceo con la aspiración de continuar estudios superiores, porque perciben que las exigencias son menores a las de los liceos HC emblemáticos de la comuna, lo que les permite obtener mejores notas que favorecen el proceso de postulación. Estos alumnos suplen los conocimientos que demandan las pruebas de admisión, asistiendo a un preuniversitario.
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