El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
424 Karin Ermter, Manuela Guerrero Santiago y en él participan los alumnos de 4° medio; asimismo, se capacita a seis profe- sores jóvenes como monitores, y si bien el programa se evalúa positivamente, no se han socializado los contenidos entre colegas, y las estrategias motivacionales aprendidas se aplican solo ocasionalmente y a criterio de cada profesor. Principales dificultades en el mejoramiento de la gestión pedagógica Pese a los esfuerzos desarrollados para mejorar la gestión pedagógica, el actual direc- tor reconoce que esta es la gran tarea pendiente para los dos últimos años de su mandato: «El déficit que hoy día nosotros tenemos son las prácticas pedagógicas, y en eso estamos trabajando fuerte porque allí es donde tenemos nuestra gran debilidad. Pero había que ordenar un poco esta casa». Un problema que históricamente ha dificultado la consolidación de un estilo de trabajo pedagógico es la alta rotación de profesores, que tiene relación con la escasez de docentes calificados en la comuna. La creciente cantidad de establecimientos particulares y particulares subvencionados ha instalado una competencia local por este recurso, con una mejor oferta salarial en el mundo privado, que topa con la rigidez de la escala de sueldos del sector municipal. Debido a la falta de docentes calificados de enseñanza media para algunas asignatu- ras generalistas, el liceo ha debido recurrir a la contratación de profesionales no docentes. Así, por ejemplo, entre los profesores de Matemática se cuenta un ingeniero; Física es impartida por un kinesiólogo, y la profesora de Inglés es una traductora e intérprete: «No hay profesores de Ciencias en la región, en el sistema municipal. Entonces como son escasos, les ofrecen más lucas en el ámbito particular y se van para allá. Yo llegué al sistema por el prenatal de una profesora. Yo trabajaba en un complejo deportivo como administra- dor, soy exalumno de ese establecimiento [y] el profesor que me hacía clases dijo ‘No, si él era bueno para la física cuando yo le enseñaba’, y me preguntaron. Una inquietud mía siem- pre ha sido hacer clases, así que dije ‘¡Probemos!’» (profesor de asignatura y kinesiólogo). Pero pese a que las diferencias de sueldo constituyen un factor importante en una comuna con un alto costo de vida, algunos valoran la mayor estabilidad laboral que ofrecen los colegios municipales: «A la hora de las lucas, siempre el colegio particular te va a ofrecer mejores rentas [aunque]… una vez teniendo los pies adentro de la corporación, para que te echen, así, de buenas a pri- meras, no es sencillo. Es como que uno tiene una pega un poco más segura, mientras que en el colegio particular, si no les gustaste ¡de patitas en la calle!» (profesora de asignatura). Otro problema es la falta de horas destinadas a la reflexión pedagógica y colabora- ción entre docentes, que limita la posibilidad de que las estrategias efectivas, desarrolla- das por profesores expertos, se transformen en un saber institucional que trascienda su paso por el liceo. Si bien este es un factor que ya se encontraba presente bajo la gestión
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