El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

empuje y reinvención 401 establecimientos de la comuna; sin embargo, se reconoce que se está iniciando un pro- ceso que podría ser muy provechoso. «Mira, el DAEM instaló un jefe técnico hace un par de años y este año instaló dos, los reu- nió... Los jefes técnicos van a reunión con, ¿ya?, ese equipo técnico-pedagógico, y se están diseñando algunas líneas, se está instalando ¿ya? Te diría que se está instalando, pero que falta, falta mucho, falta que... faltaba que el DAEM tuviera también el enfoque pedagógico» (directora). También hay quejas de parte de los docentes, relativas a la gestión cotidiana del DAEM: pago de licencias, entrega de implementos y de materiales, entre otras. Por ejemplo: «Sí, te ponen a prueba la vocación, con dos meses sin sueldo, así te ponen a prueba la vocación en el trabajo público (...) Y a veces más» (docentes). Aulas heterogéneas En cuanto a las destrezas de los estudiantes, estas son niveladas y formadas escalo- nadamente. De este modo, quienes ingresan en 1° medio son objeto de un diagnóstico a considerar en su posterior nivelación. Durante I y 2° medio se refuerzan, además de temas pedagógicos, las prácticas de conducta y responsabilidad. Luego, en III y 4° medio se abordan cuestiones propias de la especialidad y habilidades asociadas al mundo del trabajo. Los docentes señalan que al primer año no llegan los mejores alumnos de la comu- na, por lo que el trabajo es más arduo en ese nivel. Es por eso que se busca un perfil específico de profesor para ese nivel: un docente «que esté bastante presente» y que sea riguroso, metódico y sistemático. De este modo, es posible normalizar al curso, ya que las conductas que traen desde la educación básica son dispares y muchas veces los alum- nos no atienden a indicaciones básicas, como formarse o cuidar las reglas de presentación personal del establecimiento. Generalmente, el profesor que toma un curso en 1° medio lo mantiene hasta 2° medio y luego vuelve a primero. Los docentes de III y 4° medio tienen otro perfil, «más relajado». El manejo de la heterogeneidad en el aula se enfrenta en equipo, ya que los docentes son apoyados por los profesionales PIE y por el jefe de UTP, además de la dupla psico- social y la orientadora. Esto se traduce en el modelamiento en el aula por parte de profe- sionales PIE; en la revisión de la producción de evaluaciones y planificaciones por parte del jefe de UTP; y en el apoyo frente a problemáticas de orden psicosocial por parte de la orientadora. Por su parte, los docentes reconocen que hacen esfuerzos porque todos los estudiantes se sientan parte de la clase: «La información ahora está al alcance de la mano y no les sirve por ejemplo una estrategia, una actividad para varias clases, no, ellos exigen diversidad: ‘Pero si eso ya lo hizo la clase pasada, con otro contenido. ¿Por qué lo está haciendo en esta clase?’. Entonces ellos exigen

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=