El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
378 Nicole Bustos, Xavier Vanni Estructura curricular SNA: balance educación TP y aprendizajes prioritarios de la formación general Como se explicó anteriormente, el liceo comenzó a focalizarse en los resultados de aprendizaje de la formación general a mediados de la década de 2000. En 2008, esta iniciativa recibe un impulso importante con la modificación de los planes y programas de la SNA, los que le permitieron balancear sus prioridades en el área de formación general y TP, bajo el cambio de mirada de la red SNA desde una «educación terminal» de la educación secundaria TP hacia la proyección en trayectorias postsecundarias. Es decir, el sostenedor organizó sus planes y programas de manera que fueran funcionales no solamente para preparar buenos técnicos de nivel medio, sino también para abrirles la posibilidad de emplearse, emprender o proseguir estudios de educación superior. En primer lugar, estos planes y programas aumentan la cantidad de horas dedicadas a las asignaturas de Matemática, Lenguaje e Inglés, e incorporan la asignatura de Em- prendimiento. El énfasis en Emprendimiento e Inglés tiene como finalidad preparar de mejor manera a los estudiantes para insertarse en los campos laborales de sus especiali- dades. En tanto, el aumento de la carga horaria de Matemática y Lenguaje responde al objetivo de nivelar las habilidades –a menudo descendidas– de los estudiantes que atien- de la red SNA, para darles la oportunidad de acercarse al nivel de los liceos Humanista- Científicos, para hacer más viable el acceso a la educación superior a quienes opten por esa ruta. Por otra parte, la dedicación horaria de estas dos asignaturas se subdivide en ejes temáticos. Así, Matemática se subdividió en las asignaturas de Geometría, Álgebra, Datos y Azar y Resolución de Problemas, mientras que Lenguaje se divide en Compren- sión de Lectura y Producción de Textos. Cada una de estas asignaturas se desarrolla a lo largo del año académico, en paralelo, pudiendo contar con otros profesores y evaluacio- nes independientes. La implementación de estas subunidades en paralelo ha permitido asegurar la cobertura curricular anual, dando tiempo y profundidad suficiente a los con- tenidos que en el curriculum tradicional secuencial son vistos al término del año. En segundo lugar, en I y 2° medio se implementó la asignatura de Experiencia Vocacional, que se desarrolla en «pentasemestres», brindándosele a los estudiantes la oportunidad de indagar y desarrollar habilidades y conocimientos introductorios de las especialidades que se imparten. Esto permite a los estudiantes tomar una decisión más informada respecto de la especialidad a seguir desde 3° medio, y egresar con una mayor cantidad de habilidades y conocimientos técnicos en distintas especialidades, lo cual es altamente valorado por los estudiantes, quienes señalan que «uno sale como preparado para todo de aquí». Finalmente, a partir de 2008 los contenidos dejan de ser el eje articulador de la planificación de la enseñanza, que refuerza el enfoque en el desarrollo de habilidades, lo que quiere decir que el objetivo de aprendizaje prioritario ya no es la adquisición de co- nocimientos, sino el desarrollo de habilidades cognitivas y procedimentales, tales como el análisis o la aplicación, siendo los conocimientos el contenido sobre el cual se trabajan
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