El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

375 «creer para ver»: derribando sus propios límites evolucionando. Al principio, como se trataba de un equipo pequeño, su atención apun- taba más bien a la construcción, crecimiento y funcionamiento de la institución en distintas áreas, al desarrollo de una cultura y de una identidad compartida a través del deporte, así como a la generación de una comunidad educativa cohesionada. Una vez superada esta primera etapa, su énfasis se desplazó hacia lo pedagógico, especialmente a los logros de aprendizaje y competencias laborales de los alumnos, así como a las necesi- dades de capacitación y desarrollo profesional de los profesores. Sin perjuicio de lo ya dicho, tanto el director como otros entrevistados destacan la importancia del equipo directivo en estos logros. Como nos explica un docente, «más que un jefe, [el director] ha sido un líder» que gradualmente fue delegando responsabi- lidades y protagonismo al equipo directivo y los docentes, estimulando la autonomía y el liderazgo de los equipos, en un proceso asociado a la definición de metas exigentes. «Cada vez que sueño algo, y cada vez que quiero liderar algo, lo traspaso inmediatamente a mi gente, deja de ser mío, entonces pasa a ser un sueño de mi equipo, y me ha dado tan buen resultado (…) que cada uno de mi equipo se sienta líder en su área, que después el profesor se sienta un líder pedagógico con cierta autonomía en su sala de clases» (director). El equipo directivo está conformado, además del director, por la jefa de docencia, el inspector, la coordinadora del Departamento Biopsicosocial y, más recientemente, el coordinador TP. Ellos trabajan muy cohesionados y articuladamente, con un gran sentido de equipo, y un enorme compromiso y confianza entre ellos. Si bien muchas de las decisiones son colectivas, cada integrante tiene responsabilidades claras y delimita- das, pero que se complementan mutuamente. Esta conformación ha ido evolucionado de acuerdo a los desafíos del liceo. En un comienzo, por ejemplo, solamente la jefa de docencia y el director conformaban el equipo directivo, por lo que, como nos cuentan, «hacían un poco de todo». La jefa de docencia se ha mantenido todos estos años en el cargo, jugando un papel clave en el mejoramiento del trabajo pedagógico y curricular. Esto la transformó en un referente para los profesores, que reconocen su experiencia pedagógica, su orientación al logro y su perseverancia. El inspector general, por su parte, exhibe también muchos años de trabajo en la colectividad. Entró muy joven como profesor, para integrarse luego al equipo de la jefa de docencia, y desde 2003 ocupa el cargo de inspector general. Lo que en cualquier establecimiento es un desafío, se vuelve más intenso y complejo en un liceo con régimen de internado. Sin embargo, su estilo directo pero calmado y acogedor, así como su interés por aprender, le han ayudado a desempeñarse con gran éxito, como ve- remos más adelante. Por último, la orientadora y coordinadora del Departamento Biop- sicosocial también reúne años de permanencia en el colegio. Llegó a inicios de la década pasada a trabajar como profesora, luego de lo cual pasó a UTP, y más tarde, después de cursar un postítulo en Orientación, se convirtió en orientadora. Consultados sobre las fortalezas del equipo directivo, los actores destacan la con- fianza, la buena comunicación, y manifiestan satisfacción por haber logrado que los

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