El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
352 Loreto de la Fuente, Mariana Contreras agrupados por niveles de aprendizaje, realicen repasos y guías de ejercicios. Inicialmente, estas semanas solo se hacían para Lenguaje y Matemática, pero dados los buenos resulta- dos que han consechado, desde 2014 fueron extendidas a las demás asignaturas. Si bien los estudiantes se muestran un tanto agobiados por lo rutinario de la ejer- citación en estas semanas, los profesores y el equipo directivo consideran que hasta el momento es la única estrategia efectiva para concentrar el reforzamiento, continuar el trabajo de nivelación y obtener buenos resultados en pruebas externas. «Como semana exhaustiva la entendemos hoy día, los cabros están aburridos cuando tú llegas así ‘¡otra vez una guía!’, si bien es cierto uno también reclama porque es harta pega adicional, porque tú tenís que estar haciendo guías adicionales, tenís que estar formando grupos, es la única alternativa de poder tener resultados. Si tuviéramos otra, la hacemos, pero también nuestros alumnos no son de esos que llegan después de clases a estudiar, se quedan con lo que vieron en clases y ya» (profesores). Otro mecanismo para enfrentar los vacíos de aprendizajes de los estudiantes ha sido la ampliación, desde 2008, de las horas de Lenguaje y Matemática en los cursos de I y 2° medio, llegando a las nueve horas semanales para cada asignatura. En los niveles men- cionados, generalmente las clases de Lenguaje comienzan con quince minutos de lectura y en Matemática con la ejercitación de las materias más débiles. Como complemento de lo anterior, los profesores acordaron desde 2012 incluir un ítem de comprensión de lectura o de resolución de ejercicios matemáticos en todas las pruebas de las diferentes asignaturas. El establecimiento utiliza como indicadores de logro la PCA que aplica a fines de 1° medio y el Simce de 2° medio, pruebas en las que han experimentado importantes avan- ces en los últimos años. Sin embargo, trabajar en enseñanza media con alumnos que no han integrado cuestiones esenciales del currículum de básica es un desafío permanente. Aunque el Simce de 2° medio muestra que un porcentaje no menor de estudiantes no maneja, o maneja solo elementalmente los contenidos y habilidades esperados, desde 3° medio, con el inicio de los cursos de especialidad, las posibilidades de continuar el traba- jo de nivelación y formación general se ven drásticamente restringidas. Pese al fuerte predominio de las asignaturas de Matemática y Lenguaje, que tienen más horas de clases, más profesores y más ayudantes, en general los docentes compren- den y respaldan este foco. No obstante, en los últimos años el establecimiento ha comen- zado a impulsar otras asignaturas, como Ciencias o Historia. Formación integral, valórica y desarrollo personal: la otra mitad del currículum La introducción curricular de aspectos no académicos relativos a la formación való- rica y al desarrollo personal constituye un trabajo constante a lo largo de la década, de manera que hoy, para profesores y directivos, estos tienen una importancia equivalente a la formación académica o laboral.
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