El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

La dignificación de la experiencia educativa técnica en el mundo rural 351 estudiantes. Como mencionábamos, dado que no existe en el área TP una medición oficial ni estandarizada sobre las competencias y habilidades que han logrado los jóvenes, la retroalimentación de las empresas resulta esencial. En general los alumnos del liceo son bien evaluados en el mundo empresarial cir- cundante. Se destaca de ellos las competencias técnicas, pero por sobre estas, las habi- lidades blandas, como la disposición a aprender, el orden, la puntualidad y el respeto. «[Las empresas] nos llaman, nunca nos han dicho que no en cuanto a la recepción de los chiquillos, siempre se están abriendo cupos nuevos. Todos los años, por lo general, nos fal- tan estudiantes para llenar los cupos que nos ofrecen» (profesor). IV. C urrículum G eneral : nivelación , desarrollo y reforzamiento de las habilidades básicas de literacidad y numeracidad Al llegar al liceo, la mayoría de los alumnos –alrededor de un 70% según estimacio- nes de la jefa de UTP– no ha adquirido los conocimientos y habilidades estipulados para la enseñanza básica. Uno de los mayores problemas y desafíos que han debido enfrentar es, por lo tanto, la nivelación de sus estudiantes. «Aquí en realidad traen bastante mala base, porque en general los niños vienen de básica de escuelas rurales donde un profesor tiene que hacer como diez materias, y a veces no estaba, que estaba enfermo, que los niños faltan mucho a clases por la lluvia, que ‘profe, yo nunca vi eso’» (profesor). Para trabajar la nivelación idearon la «unidad cero», con la que se inicia el año académico en todas las asignaturas y niveles. Dependiendo del nivel con que ingresen y el progreso que alcancen, esta puede extenderse hasta mayo. Si bien cada asignatura tiene sus propios Objetivos de Aprendizaje, en el caso de 1° medio todas las unidades cero ponen énfasis en el desarrollo de habilidades básicas de literacidad y numeracidad. En los otros niveles, las unidades cero se utilizan para abordar contenidos que por falta de tiempo no se hayan logrado el año anterior, o para reforzar aprendizajes más débiles. Estas unidades se planifican a partir de un diagnóstico que cada departamento realiza a principios de año. «A veces llegamos a mayo y recién partimos con materia de primero. Durante el año tene- mos que seguir nivelando, pero de algún modo tenemos que avanzar, o sea se sigue con el currículum de media pero volviendo siempre a cuestiones de básica» (equipo directivo). Otra estrategia de nivelación son las llamadas «semanas intensivas», creadas para preparar las mediciones Simce y PCA 6 . Son tres semanas al año, una en cada trimes- tre, en que se suspenden las clases regulares para que los estudiantes de I y 2° medio, 6 Prueba de Calidad de Aprendizajes del Centro de Orientación Educacional y Capacitación de la congregación Hermanos Ma- ristas. Se le considera un buen predictor de los resultados Simce. El liceo la aplica en 1° medio en los subsectores de Lenguaje y Comunicación, Matemática, Historia y Ciencias Sociales, Ciencias Naturales e Inglés.

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