El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
esfuerzos y contradicciones para mantener vigente la educación pública 323 reconocimiento de los logros alcanzados en esta etapa, este estilo de manejo recibe crí- ticas de parte de la comunidad por su tónica atemorizante sobre alumnos y profesores. Un giro relevante se instala con la llegada del actual inspector general de la enseñan- za media en 2012, quien ha fomentado un manejo del área marcado por el intento de asegurar rutinas –respeto a los procedimientos de ingreso a clases y presencia en cursos, entre otros–, el diálogo con estudiantes y apoderados, y una política de resolución de conflictos con apego a los procedimientos estipulados en el Manual de Convivencia. «Creo que es la personalidad de los inspectores y de los alumnos, porque la relación ya no es de retos, de gritos, sino que es un amigo, y los inspectores siempre están de acuer- do al margen de su trabajo. Al momento de hablarles, te escuchan, te entienden y si te mandai una embarrada, pucha, te retan, pero tratan de que se mejore la situación» (alumnos). Organización de la gestión de la convivencia La gestión de la convivencia descansa en un equipo compuesto por el inspector general, cuatro asistentes de la educación y el orientador. Este último se enfoca en el acompañamiento vocacional y la detección temprana de las necesidades de apoyo de los estudiantes en riesgo de deserción. Además, el colegio cuenta con una encargada de Convivencia Escolar, psicóloga que se responsabiliza de la atención y derivación a los programas de apoyo de la Municipalidad de los estudiantes en riesgo social –o con pro- blemas por consumo de drogas o familiares–. De manera incipiente, se han instalado, asimismo, procedimientos de mediación de conflicto. «Somos muy rigurosos en términos de Manual de Convivencia, manual de comportamien- to interno, de hacerlo cumplir, de llamar a los padres. Los profesores nuestros tienen hora para atención de padres, hay algunos que prefieren trabajar directo con el estudiante, pero tratamos de que el Manual de Convivencia se cumpla al pie de la letra, no hay excepcio- nes…» (integrante del equipo directivo). Los profesores jefes y la jefa de UTP se involucran activamente en esta área, espe- cialmente en la gestión de casos conflictivos. Los docentes se preocupan de la implemen- tación de las actividades de fomento a la buena convivencia en sus cursos, encargándose de la detección temprana de las necesidades de los estudiantes y potenciales problemas y, además, conducen la ejecución en aula de los programas preventivos que ofrece la Mu- nicipalidad. Por su parte, la jefa técnica interviene cuando existe riesgo de repitencia y deserción, y –reconociendo que los resultados académicos frecuentemente se relacionan con problemas de comportamiento– establece reuniones con los apoderados. Estos pro- cedimientos se encuentran establecidos en el Manual de Convivencia, que, lejos de ser un documento desconocido, es continuamente difundido entre apoderados y estudian- tes, con especial foco en los que se incorporan en la enseñanza media a la institución, como una medida que se anticipa a potenciales conflictos.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=