El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

294 Andrea Flanagan, Suyen Quezada de los contenidos como de las evaluaciones, los profesores se muestran flexibles y adap- tan su trabajo en función de las características del aula y sus estudiantes: «[Entre] un 1° medio A y 1° medio B, hay una diferencia enorme, tú planificas un conte- nido y unas habilidades que vas a trabajar en esos dos cursos, pero en el momento en que tú enfrentas a uno y enfrentas al otro, tienes que tener la capacidad de sobre la marcha ir cambiando tus estrategias (…) y tener la capacidad de llegar y [decir] ‘Ya, aquí tengo que hacer otra cosa’ para poder lograr el aprendizaje de aquella habilidad y aquel contenido» (profesor). Por otra parte, se observa que el cuerpo docente mantiene un alto compromiso con sus estudiantes y, en su mayoría, altas expectativas respecto de sus logros, lo cual es va- lorado por los alumnos. Una estudiante comenta sobre su profesora: «La profe es muy exigente y siempre hacía como esas preguntas de analizar la clase y eso es lo bueno». En general, la mayoría de los docentes conjuga sus altas exigencias académicas con las necesidades del estudiantado: «Hay profes que traen sus ideas, su forma de hacer la clase y la hace y no escucha a los alumnos, pero también hay profes que dicen: ‘¿Qué quieren hacer?’ o ‘Qué quieren; ya les doy estas dos opciones y por eso les pongo una nota’» (alumna). A su vez, los estudiantes entrevistados declaran que los docentes usan diversos tipos de metodologías y actividades, tales como debates, trabajos individuales y grupales, los cuales promueven su motivación, atención y la adquisición de aprendizajes. Un alumno refiere: «Muchas veces nos hacen participar y eso creo que ayuda más a que el alumno aprenda más fácil, se le haga más fácil la materia». Los materiales más frecuentemente usados son los textos, guías, libros, materiales audiovisuales y computadores. La encuesta aplicada a los estudiantes de I y 3° medio en las asignaturas de Lenguaje y Matemática (70%) arroja que los profesores tienen una buena gestión del tiempo, planifican sus clases, promueven el pensamiento crítico y la transferencia de los aprendi- zajes, y utilizan diversas formas para evaluar y retroalimentar a los estudiantes, tal como lo describen los jóvenes: «Igual los profes son buena onda, explican bien». A su vez, más del 90% indica que sus profesores estimulan la participación de toda la clase y no solo de algunos. Estas prácticas pedagógicas se complementan con un buen clima de aula y una buena relación profesor-estudiante. Alrededor del 80% de los estudiantes declara que en sus salas no hay problemas de disciplina y que se llevan muy bien con la mayoría de sus profesores y en general, siente que recibe ayuda extra cuando lo necesita. Solo en casos muy particulares los alumnos reconocieron que les era difícil seguir a un profesor y lograr aprender; no obstante, esto pareciera estar directamente vinculado con las características personales de docentes específicos. Cuando el equipo directivo, eventualmente, ha tomado conocimiento de una situación así, ha conversado con el

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