El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
292 Andrea Flanagan, Suyen Quezada posibiliten el desarrollo pleno de los alumnos(as) como una persona íntegra y de realización personal». Por último, el jefe de UTP, aparte de su reconocido dominio de los aspectos pedagó- gicos, destaca en la comunidad por su estilo carismático y cercano, y por su permanente voluntad por tratar de conciliar las diferencias y promover el trabajo colaborativo entre los diferentes estamentos. Los padres y/o apoderados, estudiantes y profesores reconocen en él a una persona con carácter afable y que intenta poner su punto de vista sin caer en el autoritarismo y articulando siempre las posiciones de los demás para llegar a acuerdos. La «Santa SEP» y el PIE La Ley SEP y el PIE son reconocidos por todos los estamentos de la comunidad edu- cativa como dispositivos de apoyo a la enseñanza que han contribuido significativamente a la mejora de los procesos en los últimos años. Al respecto, existe consenso en cuanto al impacto de la llamada «Santa SEP» en los procesos de mejora educativa, favoreciendo la equidad, la igualdad de oportunidades y aportando recursos para que los docentes y estudiantes cuenten con el apoyo técnico y pedagógico necesario para el desarrollo de sus potencialidades. Así, la Ley SEP es considerada como «el corazón» del mejoramiento de la infraestructura del liceo y de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Su implementación se inicia en 2010 sin mucha ayuda, pues si bien se contaba con el apoyo y asesoría desde el nivel central, la Región de los Ríos había sido creada poco tiempo antes, por lo que su administración carecía de experiencia: «Nosotros fuimos autónomos… sí tuvimos ayuda, pero también tuvimos la mala suerte de que como esta es una región nueva porque (…) tuvo que contratar todo su aparataje fiscal (nuevo) y dividir parte del Ministerio de Educación y, mire, llegaron tipos que sabían me- nos que nosotros» (sostenedor). La inyección pecuniaria que trajo consigo la nueva ley le permitió a la dirección invertir en nuevos recursos materiales y humanos, además de potenciar los ya existen- tes. Las salas de clases fueron equipadas con proyectores y computadores, la biblioteca recibió libros, se adquirieron instrumentos musicales para la orquesta del liceo. Nuevos profesores y asistentes de la educación fueron contratados, tal como señala el director: «Tenemos profesores de apoyo… un alumno tiene dificultades para trabajar en Matemá- tica, le colocamos un profesor SEP que lo refuerza». Los profesores notaron el cambio. La nueva subvención les permitió acceder en for- ma rápida y fácil a materiales de apoyo pedagógico, como fotocopias, cartulinas, telones y diccionarios, entre otros. Por otro lado, la contratación de profesionales de apoyo es valorada como una gran contribución al trabajo de aula: «Yo he visto en matemática, por ejemplo, en mi curso. Mi curso era remolón para apren- derse las tablas, incluso yo como profesora jefa les estuve enseñando en orientación a través
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