El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
288 Andrea Flanagan, Suyen Quezada todo el año lectivo. Con un alto nivel de proactividad y compromiso con los aprendiza- jes de los estudiantes, observa y monitorea permanentemente el trabajo de sus colegas: «Yo les voy preguntando ‘¿Cómo estuvo hoy día tu clase? ¿Qué clase tuviste? ¿Cómo la encontraste? ¿Qué le echas de menos? ¿Qué te gustaría haber tenido?’ Entonces yo también voy recogiendo información de eso, y de eso uno va conversando con los profes, o al mis- mo tiempo va intencionando y, por ejemplo, haciendo algún taller con los profes» (jefe de UTP). Desde que asumió, se ha caracterizado por desarrollar estrategias para mejorar la labor pedagógica y, con ello, los resultados de aprendizaje de los estudiantes. De esta manera, en 2002 crea las jornadas de reflexión académica, en las cuales los profesores presentan –y a la vez ponen al servicio de sus colegas– la planificación de cada asignatu- ra, sus objetivos, contenidos, modalidad de actividades, tipo y número de evaluaciones. Con esta información, el jefe de UTP intenta realizar una coordinación entre las asigna- turas de los cursos de enseñanza media, con el objetivo de que todos se encuentren en conocimiento de lo que desarrollan sus pares en las otras asignaturas. Esta acción a su vez le permite enfocarse en la propuesta de cada profesor para lograr una mayor cohe- rencia con los planes y programas emanados desde el Mineduc y, además, con las metas y valores del liceo. Otra iniciativa importante del jefe de UTP, fechada en 2006, consiste en la creación de un banco digital de materiales y planificaciones, que tiene como objetivo recepcionar el material que cada profesor utiliza para trabajar mensualmente su asignatura. De esta manera, en caso de existir alguna emergencia con el docente a cargo del curso; otro cole- ga puede cubrir el turno y dar cumplimiento a la planificación sin perder la continuidad de los contenidos previstos para el semestre. Esta organización intenta generar sincronía dentro del sistema, dando cobertura a lo previamente planificado, pero sobre todo da cuenta de un trabajo colaborativo y de la promoción de buenas prácticas pedagógicas, en pos del mejoramiento educativo continuo. Un énfasis especial del trabajo de la Unidad Técnica Pedagógica tiene que ver con los instrumentos de medición externos, como la prueba Simce y la PSU. Aquí, se busca lograr cada año el ingreso de un mayor número de estudiantes a la educación superior. El jefe de UTP es el «capitán del barco», que orienta todas sus acciones para intentar llegar a un buen puerto con esta meta. Desde la iniciativa personal y con el objetivo de colaborar con los estudiantes, a partir de 2012 las puertas del liceo se abren durante la noche en que se publican los puntajes PSU, para apoyar y orientar a los estudiantes en sus postulaciones. Desde 2011, por otra parte, se realiza un seguimiento de los alumnos que postulan a la universidad. Por último, a contar de 2016, los jóvenes participan en el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE), creado para promover su acceso y permanencia en este nivel educativo. Si bien este pro- grama forma parte de una política pública en la cual el establecimiento está obligado a concurrir, lo destacable es que es visto como una gran oportunidad para fortalecer el
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