El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
el valor de la comunidad 275 hecho Trump y ellos como que «sí profe, oh qué mal, que no sé qué, organicemos una cam- paña de reciclaje de pilas», entonces ellos como que esa parte, la parte valórica, por decirlo así, encuentro que es como lo más rescatable» (asesora CAA). El acceso a actividades y experiencias variadas que motiven a los estudiantes en su proceso de aprendizaje y que permitan el desarrollo de otras habilidades, como la experi- mentación, el trabajo en equipo o la autodisciplina, es parte de la propuesta pedagógica del liceo. Hay además un interés por «abrirles el mundo» a los jóvenes, dándoles a co- nocer otros lugares para que se interesen por cosas que para su realidad parecen lejanas. Esto se trabaja de diversas maneras, y en general todos los profesores están involucrados, de una u otra forma. Todos los años los segundos medios tienen una salida pedagógica a la zona de Colchagua para visitar el Museo de Santa Cruz y El Huique. Otras salidas se realizan por iniciativa de los profesores. Se menciona, por ejemplo, un viaje a Santiago para visitar el Museo de Arte Precolombino y el Sky Costanera. Los alumnos asisten a talleres dos veces a la semana, agrupados por niveles: miérco- les les toca a los primeros y segundos medios, y los jueves a los terceros y cuartos medios. Es obligación que cada estudiante participe al menos de un taller, el que es evaluado con nota. La oferta es variada: química, matemática, historia natural, periodismo, teatro, aje- drez y computación, además de los deportivos, entre los que están: hándbol, fútbol, bás- quetbol, y tenis de mesa. Cada taller contempla actividades; por ejemplo, el de química participa en ferias científicas y al momento de nuestra visita tenían una salida agendada a la planta de celulosa de Constitución. Los alumnos del taller de teatro van todos los años a ver una obra al Teatro Regional del Maule y recuerdan haber participado en un festival de teatro en Laja. Los estudiantes consideran que los talleres son interesantes y que la cantidad de opciones ha crecido en los últimos años. Al respecto, el director menciona que se han hecho encuestas para conocer los intereses de los estudiantes, a objeto de afi- nar la oferta. Otro aspecto que destacan los estudiantes es la participación de estudiantes de cursos y niveles distintos, lo que permite mejorar la convivencia en el liceo: «A mí también me parece bueno eso de los talleres, porque aparte de que como son electivos, se combinan todos los cursos y se puede proporcionar una mejor convivencia entre los estudiantes, que muchas veces entre nosotros hay como prejuicios y ahí esos prejuicios se derriban, producto que compartimos más con ellos» (alumno). El liceo realiza actividades extraprogramáticas variadas, las que según los estudiantes tienen buena convocatoria: «están llenas». Algunas de las que se mencionan tienen que ver con hándbol, básquetbol, folclore, danza y música. Estas actividades nacen de la propuesta de profesores interesados en dictar algún taller en particular, pero también de la iniciativa de los estudiantes. Por ejemplo, hay una banda de rock propuesta por ellos, que dirige el profesor de música y que ensaya en un local frente al establecimiento, arren- dado por la institución. El grupo de baile tuvo un origen similar: partió con un grupo
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