El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
Paulina Contreras, Eduardo Santa Cruz, Fernanda del Pozo 272 y constituyen una fuente de motivación importante para los jóvenes. Pero ante todo, los adultos entrevistados destacan como logro más importante las buenas relaciones al interior del establecimiento y la buena calidad humana de los estudiantes. Como con- trapartida, se visualizan también algunos puntos críticos que deben ser atendidos, como las altas tasas de repitencia y deserción escolar. Estudios superiores como paso previsible El Liceo Hualañé ve la educación superior como una alternativa posible para la mayoría de sus estudiantes, y sin duda como la más deseable. Profesores y directivos declaran altas expectativas de sus estudiantes y reconocen que parte de su trabajo es incentivarlos a llegar lo más lejos que puedan. Esto sería parte de la mística del estable- cimiento, y si bien ninguno de los entrevistados maneja cifras oficiales de ingreso a edu- cación superior, existe la percepción de que la «gran mayoría» o «casi todos» los alumnos continúan estudiando. Quienes no lo hacen, según una profesora, son los que «tienen las notas más bajas, así como que saben que no van a rendir en otro lado», pero constituyen la excepción. Según estimaciones de dirección y orientación, actualmente más del 40% sigue estudios universitarios, la mayoría en instituciones tradicionales; un porcentaje si- milar sigue estudios técnicos y cerca de un 10% no continúa estudiando. Los profesores, a su vez, sitúan el ingreso en la educación superior por sobre el 70% del alumnado. Las expectativas de los apoderados respecto de los niveles de estudios que alcanzarán sus hijos e hijas también han aumentado con el tiempo. Los cuestionarios Simce mues- tran que mientras en 2001 un 61% de ellos pensaba que sus hijos podrían estudiar una carrera técnica o universitaria; en 2012 esta cifra llegaba al 78%. Al preguntarle a los estudiantes por sus planes al finalizar el liceo, todos apuntaron a seguir alguna carrera, la mayoría universitaria (varios de ellos pensando en pedagogía), y uno manifestó interés en la carrera técnica de piloto comercial. Los resultados de la encuesta Simce muestran también un aumento de las expectativas de los estudiantes respecto de la continuidad de sus estudios, pasando de un 85% en 2012, a un 92% en 2014. Se evidencia asimismo un aumento del porcentaje que los que creen que lo harán en una universidad con respecto al porcentaje de quienes creen que lo harán en un Centro de Formación Técnica (CFT) o Instituto Profesional (IP), de un 32% y 53%, respectivamente, a un 27% y 65%. «Y también es como poco el que se ve que se quiere quedar, por ejemplo, trabajando aquí en un predio, un campo o algo. La mayoría como que queremos irnos a estudiar a Talca, Curicó o Santiago, y después ya como ver si volvemos a Hualañé, depende de lo que estu- diemos» (estudiante del CAA). Como correlato de estas cifras, el porcentaje de estudiantes que opta por el «plan 2» al pasar a 3° medio, que hace algunos años se acercaba al tercio de la generación de 4° medio, ha ido disminuyendo al punto que en determinadas generaciones no ha habido estudiantes interesados. La generación que egresó en 2016 no tuvo distinción por planes,
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