El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
el valor de la comunidad 269 autocompletar, autocompletar, y lo único que tenemos la pega que hacemos, es como poner las fechas, cuándo termina y cuándo inicia la unidad» (profesor). «Entonces yo completo la… no sé po’, está todo cargado y yo pincho ‘quiero, esto, esto, esto, esto y esto otro’, y se completa y después se imprime esto, las planificaciones» (profe- sor). No obstante, este ahorro de tiempo que hace posible la plataforma de planificación, no parece ser un factor de mejora en el quehacer pedagógico del liceo. Lo anterior, porque sirve para cumplir una obligación burocrática relacionada con la rendición de cuentas, pero no soluciona un problema real del trabajo docente, tal como lo expresa un profesor de Lenguaje: «Es que, por ejemplo, la otra vez conversábamos, o yo conversaba con el profe XX, que es como más antiguo, y yo le decía pero que en realidad esto como que sirve para cumplir no más, para que cuando venga la provincial viendo que tenemos nuestras planificaciones, pero en realidad la única planificación que a nosotros nos sirve es la clase a clase, si esta cuestión es por unidad, no». En suma, en un marco político escolar que tiende a restringir cada vez más la au- tonomía de establecimientos y docentes, el Liceo Hualañé ha buscado compatibilizar la presión con el apoyo a sus profesores. La actual dirección busca dejar atrás un estilo de liderazgo que se consideraba excesivamente vertical, a través de medidas como el acom- pañamiento a los docentes en aula y el apoyo en la redacción de los informes de planifi- cación exigidos externamente. Esto es valorado por los profesores, aunque sostienen que tales esfuerzos no logran responder cabalmente a las expectativas de apoyo pedagógico que precisan. Trabajo colaborativo: el rol de los departamentos Durante la implementación del Proyecto Montegrande se crearon departamentos que hicieron posible el desarrollo de un fuerte trabajo colaborativo entre docentes. Con el tiempo, sin embargo, esta forma de trabajo se fue debilitando paulatinamente, y los de- partamentos terminaron por desaparecer durante la última década. No obstante, entre los docentes de matemática se mantuvieron formas de trabajo colaborativo, principalmente en torno a la discusión y elaboración conjunta de evaluaciones, actividades de aula y mate- riales pedagógicos. Por lo mismo, para las autoridades del liceo, no era extraño que los me- jores resultados del establecimiento provinieran de esta área, pese a que contaban también con buenos docentes en otras especialidades. En 2015, con la llegada del nuevo equipo directivo, estas prácticas se extendieron nuevamente al resto de las asignaturas: «Ahí se nota la mano de los [profesores] de matemática, que comparten, que se pasan, se intercambian material. Entonces si en alguien nos hemos inspirado para potenciar este trabajo por departamentos, es en lo que han hecho los matemáticos. Sin que existieran los
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