El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
Paulina Contreras, Eduardo Santa Cruz, Fernanda del Pozo 268 Más puntualmente, la política en torno al trabajo docente implementada por el equipo directivo desde hace un par de años, ha estado orientada primero a fortalecer la evaluación y el acompañamiento en aula, y luego a mejorar el apoyo en el trabajo de planificación de clases. En el caso de la evaluación, a diferencia de la anterior jefatura técnica, se ha venido desarrollando una labor de visita y observación de clases, estable- cida en el PME y para lo cual se cuenta con una rúbrica. En ocasiones este trabajo se realiza en conjunto con algún profesor del propio departamento del docente observado. Luego de eso, el jefe de UTP entrega una retroalimentación. Los profesores no mani- fiestan disconformidad con el proceso de evaluación, en buena medida por la ausencia de consecuencias punitivas derivadas de la visita. Sin embargo, son críticos respecto del aprovechamiento pedagógico que logran extraer de la retroalimentación que les ofrece el jefe de UTP: «Eso [evaluación en aula] recién se está empezando a hacer, ahora estamos planificando eso, porque antes lo realizaba solamente el Jefe de UTP, pero el problema que nosotros siempre le hemos dicho a él de que no nos llama para hacer la retroalimentación, entonces nosotros no sabemos si lo estamos haciendo bien o que estamos fallando. Por ejemplo, el año pasado a mí me vino a observar una clase con un primero medio, pero yo no sé si estuvo bien, en qué fallé, qué me falta, entonces eso nos falta» (profesora). En el caso de la planificación de clases, cabe puntualizar que el nuevo contexto normativo que rige al sistema escolar deja mucho menos autonomía para planificar que antaño, tal como lo recuerda uno de los docentes antiguos: «Me acuerdo de que cuando yo llegué a trabajar acá, nos pedían una planificación trimestral, así como bien sencilla (…) nos dejaban ser como bastante libres en ese sentido». En efecto, las políticas esta- tales, así como las directrices de la propia administración municipal, han reducido esta libertad a los docentes: «En el libro de clases antes había que describir los contenidos que se trabajaron pero nada así como tan específico, y ahora no, tenemos que escribir qué objetivos de aprendizaje estamos trabajando, con qué actividad, todo como súper ordenado, pero está ocurriendo como más ahora [con el] cambio de director del DAEM y que con la llegada de este director nuevo del DAEM, llegó un jefe de UTP como coordinador comunal de UTP» (profesor). La actual dirección contrató con recursos SEP una plataforma web enfocada en la planificación de clases, para aliviar la carga de trabajo docente. Esta herramienta ofrece todas las unidades distribuidas secuencialmente y ordenadas por asignatura, consignán- dose los contenidos, objetivos de aprendizaje y modelos de evaluación. La aplicación le permite al jefe de UTP llevar un seguimiento del trabajo en los distintos cursos. Los profesores valoran el ahorro de tiempo que esto significa, sobre todo en el contexto de un sistema de rendición de cuentas que ha exacerbado el control y la presión sobre los establecimientos: «En marzo tenemos que planificar el año escolar, entonces ahí está todo cargado, es- tán los objetivos, está todo cargado, entonces nosotros ¿qué hacemos? Autocompletar,
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