El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

Paulina Contreras, Eduardo Santa Cruz, Fernanda del Pozo 264 Dada la alta estabilidad de la plantilla docente, los nuevos profesores suelen recordar que los de mayor edad también les hicieron clases a ellos: «Nosotros acá fuimos exalumnos, menos la XX que viene de afuera, pero todos fuimos ex alumnos, estamos trabajando con nuestros mismos profesores, conocemos la realidad que tiene el colegio y eso también hace que como que uno se ponga más la camiseta. Entonces es como otro cariño que uno le tiene al liceo, y también la situación de que por ejemplo yo aquí cuando llegué les hice clase a mis primos, a mis vecinos». Por eso, quienes ingresan a trabajar conocen mejor la realidad específica del liceo y ostentan un alto grado de identificación y compromiso con el resultado del proceso educativo. Se sienten responsables de sus alumnos y cuidan a la comunidad donde viven. Redes externas que mejoran la experiencia educativa y las expectativas de los alumnos Pese al relativo aislamiento de Hualañé, el establecimiento ha logrado establecer lazos incluso más allá de la comunidad circundante, con actores que se encuentran en otras regiones del país, lo que ha contribuido a mejorar su oferta educativa. Esto es resal- tado como un elemento que se advierte casi desde los inicios del liceo, y que nos lleva de nuevo al Proyecto Montegrande, que favoreció la instalación de una dinámica tendiente a construir relaciones con el exterior, a través de actividades y proyectos en beneficio de los estudiantes y la comunidad educativa. Estas relaciones se pueden dividir en tres ám- bitos de interés: el acceso a servicios públicos; la expansión de la experiencia pedagógica inmediata de los estudiantes y, por último, la consolidación de redes tendientes a forta- lecer las oportunidades académicas de los alumnos. Con respecto al acceso a las redes de servicios públicos, el liceo ha logrado vincularse con instituciones municipales y regionales en ámbitos tales como la salud y el deporte. Desde hace una década, distintas políticas de mejora han incorporado servicios de apoyo a la estructura normal del establecimiento, en particular en lo tocante a la integración de los estudiantes con necesidades educativas especiales, de apoyo sicológico o de pre- vención de la deserción. En estas áreas todavía necesitan de la ayuda de instituciones públicas para responder a las demandas crecientes que se les presentan cotidianamente, por el imperativo de equidad y calidad que han asumido. Esto lo expresan con claridad los docentes, quienes relatan una tendencia de las instituciones públicas a funcionar en red, tal como queda reflejado en sus declaraciones: M2: Y en el área médica también, porque me he fijado, por ejemplo, hoy día mismo estaban (…) con interconsultas para oftalmólogo. M1: Ah sí, al dentista lo llevan. M2: Dentista, el programa de... odontológico, kinesiólogo. (…) hoy día estuvo la nu- tricionista en mi curso. Yo me acuerdo, cuando yo estudiaba, que si o alguien se lesio- naba en educación física, ahí quedaba uno, me acuerdo, no... o ahí, uno tenía que ir

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