El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
Educación pública de vanguardia para la justicia social en el mundo rural 247 han desarrollado al mismo nivel; actualmente los departamentos HC exhiben una mayor consolidación que los TP, y lo mismo ocurre con asignaturas como Matemática o Artes. Aun así, los departamentos son el referente profesional –y en muchos casos, personal– de los docentes, y esta fuerte identidad produce incluso dinámicas de competencia entre departamentos, que no inhiben, por cierto, la adopción cruzada de innovaciones. La autonomía de los departamentos no provino de una actitud negligente de los directivos, sino de su involucramiento en el desarrollo de capacidades profesionales en la base de la organización y de la institucionalización de prácticas colectivas de gestión descentralizada. Si bien en un inicio los mentores fueron designados por la dirección, hoy son elegidos por sus colegas. «Yo me desligué, en el fondo porque estoy confiando más en ellos, hará dos o tres años. Pero de primera yo les revisaba todo (…) Yo creo que está mejor ahora, porque yo confío ciento por ciento, porque son profesores que yo he visto en la sala de clases, entonces como yo ven- go también de la sala de clases, yo sé cómo lo hacían. Entonces, quién mejor que ellos van a poder decir qué es lo que está bien y mal de lo que estamos haciendo» (equipo directivo). Con el tiempo, el profesionalismo colectivo impulsado por los departamentos pro- dujo una cultura autoexigente de alto compromiso con la enseñanza y el proyecto del liceo. El aprendizaje horizontal es facilitado por la confianza y colaboración entre pares, y la orientación hacia el trabajo bien hecho surge de un elevado sentido de la ética pro- fesional. El rápido crecimiento del equipo docente no debilitó, sino que fortaleció estos rasgos, porque la fuerza socializadora y formadora del colectivo ha sido enorme. Así, los docentes encuentran en el liceo un espacio atractivo y desafiante para proyectarse y crecer profesionalmente. «Bueno, yo estoy contento de estar trabajando acá, este modelo es un sueño que se nos ocurrió con don Víctor y ahora es realidad, eso es lo que yo puedo resumir (…) todos los colegas que están trabajando conmigo saben que es así y cuidan también su lugar de traba- jo, porque les gusta, les encanta, entonces ese ambiente, el ánimo con el que uno viene a trabajar, es ideal» (profesor coordinador de Música). Gestión del currículo: organizar un mundo de oportunidades formativas Diseñar, planificar y renovar el amplio catálogo de oportunidades formativas que ofrece el liceo es materia central de los departamentos. Colectiva o individualmente los docentes tienen la responsabilidad de desarrollar los contenidos que se ponen en juego en estos múltiples espacios y formatos, y tal como dice el coordinador de Matemática: «el currículum lo vamos adaptando a los alumnos, no los alumnos al currículum». Esto favorece la colaboración más allá de los departamentos, entre profesores del ciclo común y especializado, para hacer que los cursos académicos pongan énfasis en las competencias intelectuales que los alumnos de cada especialidad TP necesitan.
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