El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

244 Mariana Contreras, Cristián Bellei específico de su disciplina y a su desempeño en aula. En este último aspecto pesa espe- cialmente la calidad de la relación lograda con los estudiantes, que son consultados como parte de la evaluación. Durante el proceso de inducción los nuevos docentes reciben el apoyo cercano del mentor de su área. El liceo será su espacio de desarrollo profesional y, en buena medida, completará su formación; por eso existe una tendencia a contratar profesores jóvenes. «Mi experiencia me dice que es más fácil trabajar con gente recién egresada que con gente que lleva más años, (…) porque un recién egresado, si bien no tiene la experiencia, tiene las ganas de aprender, quiere hacer las cosas bien. Entonces, tratamos de aprovechar esa ener- gía, de canalizarla» (coordinadora de Lenguaje). Por lo general los profesores son contratados por jornada completa y el tiempo de trabajo no lectivo de que disponen es mayor que el que dicta la norma, lo que refleja la importancia que en el liceo se da al trabajo colaborativo, la preparación de clases y los roles de coordinación entre pares. Asimismo, existen muchos profesionales de apoyo a la docencia para trabajar, por ejemplo, con los profesores jefe y con los que enseñan en cursos más complejos. En el PIE el rol de acompañamiento es cumplido por un docente especialista en la asignatura con capacitación en NEE. No es raro que los profesores se apoyen mutuamente incluso en el desarrollo de las clases. Por ejemplo, en la especialidad de Madera, tres docentes desarrollan los seis mó- dulos y siempre enseñan en pareja, turnándose el liderazgo en la sala según las fortalezas de cada uno. La mayoría se capacita permanentemente y el liceo les proporciona todas las facilidades, incluyendo cursos de perfeccionamiento, diplomados y postgrados en sus campos de especialización. Por lo demás, los docentes cuentan con el equipamiento necesario para desarrollar su trabajo. «En el área de la ciencia por ejemplo nosotros tenemos un laboratorio equipado igual que la universidad (…) yo lo converso con mis colegas [de otros establecimientos], ellos no tienen ni siquiera un vaso precipitado; entonces si se quieren desarrollar profesionalmente, este es el lugar» (profesores jefes). A pesar de las buenas condiciones de trabajo que ofrece el San Nicolás, no siempre es fácil conseguir docentes para ocupar las vacantes. Por tratarse de una comuna peque- ña y semirrural, la oferta de profesionales es escasa en todas las áreas; además, el liceo busca profesores especialistas en sus disciplinas y tiene fama de exigente y demandante. Por cierto, el crecimiento acelerado de la planta docente en la década pasada hizo aún más difícil esta tarea. Eso sí, la rotación es muy baja en el liceo, porque según aseguran, «nadie se quiere ir de acá». «Cuando llegué traté de comprometerme inmediatamente, porque uno ve todo el trabajo que han hecho los colegas que vienen antes y uno no puede llegar y echar abajo esas cosas, tiene que ser responsable y responder a las expectativas que tienen de uno» (profesores es- pecialidad).

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