El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
232 Mariana Contreras, Cristián Bellei y si existe quórum suficiente para la realización de un nuevo taller, es gestionado por el establecimiento. –– El año pasado había uno de malabarismo que también hacía un alumno. Este año ya no está porque salió de cuarto, pero él mismo empezó con la idea, le dijo al director y tenía su grupito de alumnos que están en malabarismo. –– Igual hay unos alumnos que hacen slack , eso también fue idea de los alumnos. –– Y el de rap también. –– Ah, sí, hay uno de arte urbana. –– Hace años atrás había taller de animé y se reemplazó por cosplay (estudiantes III y 4° medio). Se destina una gran cantidad de recursos a las actividades extracurriculares, en pro- fesores, equipamiento y salidas pedagógicas dentro y fuera del país. Esta dedicación y profesionalismo, conjugada con el aumento de horas y posibilidades de especialización en artes y deportes en el currículo general y la especialización por áreas en III y 4° me- dio, se ve reflejada en los premios obtenidos, incluso fuera del país, en disciplinas como fútbol y taekwondo, así como en olimpiadas de ciencias, de matemática, certámenes de idioma, concursos de debate, entre muchos otros. La orquesta y el coro, a su vez, son continuamente invitados a participar en distintas instancias dentro y fuera de la región. Todo esto redunda en una extensión de los horizontes de los jóvenes. Los talleres también permiten que los estudiantes se apropien estéticamente del li- ceo. Como en otros asuntos, el equipo directivo muestra gran receptividad ante sus propuestas: «El liceo está lleno de murales, y de frases por todas partes y si alguien en el taller de murales quiere pintar algo le dan el espacio y puede hacerlo. También hacen intervenciones urbanas adentro del liceo, para el día del libro por ejemplo el pasillo de las salas de Lenguaje está lleno de frases, citas, poemas» (estudiantes de I y 2° medio). La frontera entre talleres y currículo formal es porosa, al punto de que los primeros pueden ser usados como insumos de evaluación por las asignaturas regulares. Además, al igual que las posibilidades electivas dentro de las asignaturas obligatorias, los talleres son valorados como espacios de desarrollo, creación y canalizadores de futuras orientaciones vocacionales. Algunas de estas instancias de participación están directamente conectadas con la comunidad del San Nicolás y por lo mismo generan un producto útil y relevante. Por ejemplo, la radio del liceo, operada por alumnos junto a un profesor encargado, transmi- te diariamente para toda la comuna, y el taller de periodismo reportea permanentemente el acontecer del establecimiento. En 2016 un grupo de alumnos diseñó un proyecto de
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