El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

Educación pública de vanguardia para la justicia social en el mundo rural 231 vocacionalmente y de facilitar la construcción y desarrollo de sus identidades, de manera individual o en el encuentro con otros estudiantes que tienen similares intereses. Por lo demás, en la mirada de los jóvenes, la electividad es asociada positivamente a la no obligatoriedad. La elección entre modalidades TP y HC depende del estudiante. Durante 2° medio en la asignatura de Tecnología los alumnos asisten dos semanas a talleres de cada una de las especialidades. Por su parte, el Departamento de Asuntos Estudiantiles, a través de orientación, organiza charlas y otras instancias para dar a conocer los cursos HC y reali- za un monitoreo individual de cada alumno. Los profesores cumplen, asimismo, un rol fundamental de motivación y orientación, conectando la elección de especialidad con las habilidades que han visto en sus alumnos y sus perspectivas futuras. Estos últimos pueden cambiar de modalidad y curso tanto en III como en 4° medio. «Los profesores te dicen ‘ya mira tú eres muy buena para esto y esto, y quieres estudiar esto, veamos la malla curricular, veamos qué materias te tocarían, veamos si el curso que te gusta te forma para eso’, entonces eso me ayudó a cambiar el switch y decir ‘no, voy a ir al biólogo, no al matemático’» (estudiantes III y 4° medio). En el liceo, como en el resto del país, los alumnos de más bajo rendimiento o nivel socioeconómico tienden a seguir la modalidad TP. Aunque esta tendencia se ha atenuado con la ampliación de las oportunidades de continuación de estudios para egresados de TP, es vista como un desafío. Profesores y directivos reconocen que entre alumnos HC y TP existen diferencias de rendimiento en las asignaturas centrales y en la autoestima aca- démica, que favorece a los estudiantes del área HC, lo que a veces deriva en sentimientos de superioridad. Educación integral en serio: la importancia de las opciones extracurriculares Fuera del currículo obligatorio, existen cerca de 90 talleres vespertinos de libre elec- ción, en su mayoría deportivos y artísticos, a los que se suman academias científicas y humanistas, y grupos de profundización de idiomas. Muchos son dictados por los pro- fesores de asignatura y en algunos casos participan docentes externos. De este modo se han ido formando escuelas de cada área con los alumnos más motivados. «Uno se da cuenta de que no tiene que tener necesariamente recursos para tener una buena educación, acá te dan todo, desde el transporte y la comida hasta los materiales para los tra- bajos. Se da la oportunidad para que uno desarrolle sus habilidades de acuerdo a su gusto y sin pagar de más como lo harían los alumnos de un colegio particular. Aquí si quieres tocar un instrumento te lo prestan para que te lo lleves a tu casa» (alumno de 4° medio). Los talleres permiten superar las estructuras tradicionales no solo temáticamente, sino también en su modo de operación. Los estudiantes pueden proponerlos y eventual- mente diseñarlos y dictarlos ellos mismos. Al finalizar cada año se realiza una encuesta

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