El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

Educación pública de vanguardia para la justicia social en el mundo rural 227 niveles de la Escuela Sergio Martin Álamos. Ese mismo año, al no encontrar reemplazo para la directora de la escuela, el director del liceo asume su cargo. Recientemente, en 2018 previo a la implementación del nuevo Sistema de Admisión Escolar, ambos esta- blecimientos se reunifican, asegurando así la continuidad de estudios desde la enseñanza básica a la media en una misma ubicación física. «Las mentorías de la escuela trabajan muy coordinadamente con las mentorías del liceo, por lo tanto, por ejemplo, lo que está ocurriendo en ciencias en la básica, donde hay un biólogo trabajando desarrollo del pensamiento, está directamente relacionado con lo que se espera de los niños en 3° medio cuando ya son críticos y llegan a evaluar, a sintetizar, y a llegar taxonómicamente a niveles metacognitivos superiores» (profesor). El aumento de los resultados obtenidos por los alumnos en la PSU y el sello aca- demicista del Programa Bicentenario reforzaron el interés de los jóvenes por continuar con estudios superiores, lo que originó una mayor demanda por la formación HC. En consecuencia, el liceo divide en 2011 el curso destinado a dicha modalidad en uno cien- tífico y otro humanista, para luego, en 2012, dividir a su vez el científico en un curso químico-biológico y otro físico-matemático. En 2013, por primera vez, el área HC pasa a ser más grande que la TP. Así, a la formación regular y a los talleres preuniversitarios optativos se suman talleres extracurriculares que refuerzan la formación HC, tales como explora científico, explora ciencias sociales, robótica, debates, cartografía, periodismo y radio escolar, entre otros. Reforzando la proyección de estudios superiores, desde 2010 el liceo buscó conve- nios de cooperación con universidades y centros de formación técnica (CFT), a fin de favorecer la articulación curricular y la convalidación de asignaturas. Así, por ejemplo, desde 2012 la Universidad del Biobío, mediante un examen de conocimiento, convalida a los egresados del establecimiento las asignaturas de Álgebra y Cálculo en cualquiera de sus carreras y la Facultad de Ciencias Empresariales de la misma universidad permite cursar anticipadamente algunos de sus ramos a los estudiantes de III y 4° medio. Conve- nios similares se mantienen con la Universidad de Concepción, la Universidad de Santo Tomás, el Instituto Virginio Gómez, la Universidad Adventista y el Inacap. Las mayores expectativas de continuar estudios –impulsadas por la creación de la beca Nuevo Milenio en 2008– también alcanzaron a los alumnos de especialidades TP. Consecuentemente, el liceo ha ido disminuyendo el énfasis en la vinculación con el me- dio empresarial y dando mayor relevancia a la colaboración con universidades, institutos y CFTs. Desde 2010 todas las especialidades tienen al menos un convenio específico con carreras técnicas y profesionales. Inacap, por ejemplo, convalida de manera directa ramos de la carrera de Prevención de Riesgos a alumnos de Química Industrial, Cons- trucción Civil y Técnico en Edificación, reconociendo también asignaturas a estudiantes de Muebles y Terminaciones en Madera. A su vez, el liceo recibe estudiantes en práctica de estas universidades y presta sus instalaciones.

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