El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
el circulo virtuoso del mejoramiento 213 el nuevo enfoque produce los resultados esperados, algunos docentes temen que con el tiempo la falta de herramientas de sanción tendrá un impacto negativo en los resultados Simce y PSU. Esta paradoja también refiere a cómo el buen clima del liceo pareciera estar ausente en los cursos llamados «focalizados» en los cuales se ha decido concentrar a estudiantes con conductas disruptivas. Proyectando el proceso de mejora a futuro, el liceo enfrenta desafíos asociados a esta tensión que pudiese llegar a resquebrajar el círculo virtuoso. En este sentido, las respuestas que tradicionalmente ha construido para abordar la diversidad, selección y segregación in- ternas, parecen no ser posibles de replicar en el marco de la Ley de Inclusión. El desafío de construir nuevas respuestas probablemente pase por revisar la perspectiva de déficit acerca de la diversidad que se desprende del PEI. La actual forma de agrupación parece impedir que todos los estudiantes, independiente de su promedio de notas o conducta, reciban de manera consistente el mensaje de altas expectativas académicas. De este modo, el principal desafío refiere a ¿cómo replicar el éxito que se obtiene con estudiantes con una fuerte orien- tación académica, con sus pares que aún no desarrollan esa orientación? Mientras en temas curriculares y didácticos asociados a su formación disciplinar, todos los docentes se sienten altamente capacitados, algunos no parecen estarlo en temas de gestión de la motivación de todos los estudiantes. La derivación a especialistas es una parte de la solución, pero no necesariamente genera capacidades en los propios docentes para gestionar el aprendizaje de todos sus alumnos. Desde una perspectiva de inclusión educativa son precisamente estos estudiantes más desafiantes quienes gatillan procesos de evaluación y reflexión para identificar posibles espacios en los cuales las competen- cias internas no son suficientes. Para crear nuevas respuestas o innovar, una visión más expansiva sugiere cuestionar los supuestos de lo que ya se hace, los valores y teorías de acción. La contratación de un educador diferencial es un paso en esa dirección, en la medida que logre transformar prácticas institucionales y no solamente atender casos individuales desde una perspectiva «clínica» de la diferencia. El análisis de la trayectoria de resultados Simce de 2º medio conlleva otros desa- fíos. En Matemática, mientras los puntajes de los cursos de menor desempeño tienden a subir, los puntajes más altos están algo más estancados. Esto sugiere que, para seguir avanzando, el liceo debe aprender a mejorar con los mejores, así como con aquellos que presentan un menor desempeño. Además, los resultados en Lenguaje son menos hetero- géneos entre cursos paralelos, pero al mismo tiempo son menores que en Matemática. Mejorar con los alumnos de mejor desempeño representa un desafío, ya que el es- pacio para crecer, cuando el promedio Simce está en el orden de los 360 puntos, es me- nor a cuando está en los 260 puntos. Abordar el crecimiento en ese segmento presenta también una oportunidad de innovación, entendiendo que aprender a innovar implica buscar e incorporar ideas desde fuera de la organización, imaginando prácticas que hoy no son visibles. Por ejemplo, sostener un currículo académicamente riguroso con am- plias oportunidades para el desarrollo de las artes y el deporte es una visión que propone la dirección y que desde la perspectiva de los estudiantes no está del todo implementada.
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