El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

el circulo virtuoso del mejoramiento 195 de acuerdo a las prioridades que ha fijado el propio establecimiento. La directora del DAEM no comparte del todo la opción del liceo de focalizar recursos en las horas do- centes, por ejemplo, bajando en algunos subsectores la carga lectiva, pero respeta las decisiones del liceo. La noticia referida a que el establecimiento participaría en el programa Liceos Bicen- tenario no fue bien recibida por los profesores, quienes se mostraron reticentes a imple- mentar el currículo y las evaluaciones elaboradas en Santiago y enviadas a todos los liceos que forman parte del nuevo sistema. Entre las razones esgrimidas estaban la calidad de algunos recursos, el exceso de evaluaciones externas y el aumento del trabajo burocrático: «Ahí fue una sobrecarga, esa fue una mala medida porque era una sobrecarga a los chicos, vivían con tantas pruebas… Entonces, como que el aprendizaje se les hizo un poco tedioso a los chiquillos porque eran con pruebas, pruebas» (entrevista grupal, docentes). De este modo, a dos años de su ingreso al programa, los docentes y docentes di- rectivos deciden no continuar implementando el material curricular y las evaluaciones enviadas por el Mineduc. Si bien la directora del LVL asegura que la decisión no llevó a mayores problemas, la directora del DAEM relata una negociación que presentó cierto nivel de conflicto entre el sostenedor y el liceo. En cualquier caso, esta decisión da cuenta de la importancia que da el cuerpo docente del LVL y su equipo directivo, al ejercicio de su autonomía profesional. Seguros de su capacidad profesional, estiman de poco valor los eventuales apoyos externos recibidos para fortalecer la implementación curricular en el liceo. Por ejemplo, rechazaron los servicios de la Asistencia Técnica Educativa (ATE) contratada por el DAEM, pues aseguran haber encontrado falencias en sus materiales pedagógicos. Además, cuando terminó la huelga de profesores de 2015, el liceo definió su propio plan de recuperación de clases en vez de seguir el definido por el sostenedor. La defensa de su autonomía profesional y el liderazgo que ejercen los docentes han gene- rado ciertas dificultades en la relación del liceo con el DAEM, institución desde la cual se percibe que la unidad educativa tiene poca disposición al apoyo externo. Cultura profesional colaborativa Las relación entre docentes, particularmente al interior de los departamentos, se asemeja mucho a lo que Hargreaves 2 (2005) describe como una cultura escolar de cola- boración. Los docentes dan múltiples ejemplos de relaciones sociales y profesionales con sus pares que surgen de sus necesidades por compartir prácticas para resolver problemas en conjunto. Si bien existen espacios de trabajo para equipos por departamento, también intercambian prácticas fuera del horario asignado para ello y se apoyan mutuamente. Además de las tareas definidas desde UTP, los departamentos llevan una agenda propia según las necesidades que deciden abordar. Así, por ejemplo, en el Departamento 2 Hargreaves, A. (2005). «Colaboración y colegialidad artificial (copa reconfortante o cáliz envenenado)». En A. Hargreaves, Profesorado, cultura y postmodernidad (pp. 210-234). London: Ediciones Morata.

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