El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
el circulo virtuoso del mejoramiento 191 «Nosotros hemos pasado por varias situaciones. Este empezó siendo un liceo de hombres antiguamente, y en alguna oportunidad fue un liceo para todos, un concepto de puertas abiertas, ingresaban alumnos de distinto tipo, teníamos una cantidad increíble de cursos. En fin, la experiencia de ser coeducacional del año noventa y tres, o sea varios como hitos, y de todos ellos el colegio siempre airoso, siempre» (entrevista grupal, docentes). En efecto, con más de un siglo de historia, el establecimiento cambió de nombre en tres oportunidades en los últimos veinticinco años. Inicialmente bautizado como Liceo de Hombres de Linares, siendo el primer liceo público de la provincia, se fusiona en 1992 con el Liceo de Niñas de Linares, pasando a llamarse Liceo Coeducacional Juan Ignacio Molina. En 2005 asume un nuevo director, quien solicita al sostenedor muni- cipal un cambio de nombre, esta vez por el de Valentín Letelier, con el fin de fortalecer el carácter laico del liceo y reconocer las contribuciones de este educador linarense, res- ponsable de la modernización del sistema de educación pública en las décadas de 1880 a 1910. Es entonces cuando se inicia la trayectoria de mejora analizada por el presente estudio. En 2011 los resultados en el Simce del establecimiento ya sobresalían. Es entonces cuando ingresa al programa Liceos Bicentenario, adoptando su nombre actual: Liceo Bi- centenario Valentín Letelier Madariaga, gracias, en gran medida, al impulso de la actual directora, quien a la fecha ocupaba el cargo de curriculista. Este último cambio fortalece la reputación del colegio, que es recomendado por los profesores de las escuelas básicas a sus estudiantes interesados en seguir estudios superiores, tal como lo expresa una apode- rada: «Yo elegí el liceo por los deseos que mi hijo tenía de llegar a la educación superior. Lo elegí porque la enseñanza es excelente, tiene un prestigio, es un bicentenario». Para la directora del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM), se trata de un establecimiento emblemático: «El liceo atiende a alumnos prácticamente de toda la provincia. Como es un colegio que tiene cierta trayectoria, cierto prestigio, llegan alumnos de muchas comunas aledañas, así como atendemos alumnos que han egresado de nuestros propios establecimientos educa- cionales de niveles básicos». Por su parte, el liceo declara recibir dos tipos de estudiantes: los que buscan ingresar a la educación superior y, en menor cantidad, los que no consiguieron matrícula en los liceos de enseñanza Técnico-Profesional (TP). No obstante, quizás por el proceso de so- cialización organizacional a través del cual el liceo imprime su sello, todos los estudiantes de 1° a 4° medio entrevistados manifestaron su intención de seguir estudios superiores, ya sea inmediatamente después de egresar o en un par de años más. Cuando los docentes se refieren a la historia del establecimiento, ponen énfasis en su capacidad para enfrentar con éxito los distintos desafíos y oportunidades que resultan de los cambios generados a partir de las políticas ministeriales.
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