El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

182 Loreto de la Fuente, Rocío Díaz es igualmente discriminatoria, pero ahora en relación a las personas que tienen méritos e interés por estudiar y quedan fuera del liceo a partir de un mecanismo de azar: «Entonces qué es lo que ha ocurrido que los alumnos estudiosos, es decir, a veces como que hay un mal concepto en relación a lo que es discriminar porque si yo establezco una norma que aquí al establecimiento van a entrar de acuerdo a un credo religioso estoy discri- minando, si yo establezco una norma que aquí al liceo se va a entrar por un tema político estoy discriminado, si yo aquí pongo una norma de que al establecimiento van a entrar por una situación económica social estoy discriminando, pero si yo digo aquí las puertas están abiertas para todo alumno estudioso no estoy discriminando, entonces el problema es que a veces ocupan un lugar alumnos que no tienen ningún incentivo, ningún deseo ni siquiera un atisbo de estudiar, entonces eso juega en contra y no entiendo la razón de esta famosa tómbola» (profesores). Hoy, después de tres generaciones de estudiantes con un sistema de admisión no selectivo, directivos, profesores y alumnos plantean sus primeras apreciaciones sobre los posibles efectos que habría tenido la Ley de Inclusión y su temprana puesta en marcha en el Liceo de Los Ángeles. En primer lugar, los actores acusan efectos en la composición del alumnado y, por ende, en la cultura del liceo. Existe una percepción generalizada con respecto a que los nuevos estudiantes tendrían menos hábitos de estudio y al mismo tiempo menos convicción en relación a continuar con estudios superiores en buenas uni- versidades, cuestiones que habían sido rasgos típicos de los estudiantes del liceo desde su creación. Este cambio en el alumnado es especialmente resentido por los profesores, porque, declaran, significaría más trabajo en un número similar de estudiantes por curso, por lo que se han visto obligados a variar sus estrategias de enseñanza, además de incorporar el refuerzo de contenidos propios de la educación básica que anteriormente no se tomaban en consideración. «Sí, entonces ya primero pensemos en la parte académica; segundo, el profesor jefe en sép- timo tiene que trabajar eh, comportamiento básico, respeto, ‘oye cuando uno habla el otro tiene que quedarse callado’, sí, trabajar esa parte; y tercero, tiene que motivar, porque resulta que aquí la exigencia ‘si usted se sacó un dos, es un dos, sí, pero vamos que tú puedes’, y ese es un trabajo para el profesor que ha tenido que asumir y yo encuentro que es estresante (…) nos encontramos con tremendos dramas en las casas, con tremendos dramas con los niños (…) hemos tenido cierta ayuda social con la asistente social, con el equipo psicosocial, sí, pero hoy día por ejemplo la psicóloga es psicóloga educacional, pero aquí nos encon- tramos con una cantidad de casos clínicos, y qué hacemos ahí, qué hacemos, no podemos nosotros» (profesor jefe). «Bueno, el esfuerzo tiene que ser mayor en cuanto al nivel de motivación para lograr el gra- do de compromiso y responsabilidad de los jóvenes, tenemos que obviamente hacer mayor esfuerzo en cuanto a los recursos, estrategias, metodologías más interactivas que luego en el aula entusiasmar más a los alumnos» (profesores antiguos).

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